Coronavirus y cuarentena: ¿hicimos un buen negocio?

Locales 12 de agosto de 2020 Por Darío H. Schueri
Hace varias semanas nos preguntábamos en estas páginas si fue necesario anticipar el confinamiento cuatro meses (antes del pico), horrorizados por lo que estaba ocurriendo precisamente en el invierno boreal europeo.
Razonábamos si no hubiera resultado más atinado cerrar en marzo el aeropuerto de Ezeiza (Diego Guelar lo alertó en enero recién llegado de su Embajada en China), prohibiendo el arribo de extranjeros, aislando a los viajeros argentinos, y fronteras adentro a las personas mayores, en lugar de enjaular a todo un país.
También nos interrogábamos sobre si no se podría haber preparado “el sistema sanitario” con la gente trabajando un par de meses más. ¿Cuál fue el beneficio de haber entrado en cuarentena el 20 de marzo?; “si a cuatro meses los contagios –tal como estaba prescripto– se dispararon estragando al país económicamente, y malhumorándolo socialmente”.
El virólogo Juan Claus, profesor de la UNL nos respondió: “si, era necesario hacerlo en el momento que se hizo. En ese momento, cuando no se contaba ni con la capacidad de rastreo y testeo de casos y contactos que tenemos ahora, ni con la experiencia adquirida en estos meses, el tiempo de duplicación del número de casos oscilaba entre 2 y 3 días. De no haberse instaurado el aislamiento en ese momento, y aunque es un contrafactico, es altamente probable que hubiera pasado lo que pasó en Chile”, argumenta el experto. Y avanzó: “la instauración del aislamiento nos permitió entrar al invierno con una situación epidemiológica manejable, con un sistema de rastreo desarrollado (altamente eficiente en nuestra provincia) y con un sistema sanitario que ha mejorado sustantivamente su capacidad de respuesta”; y agrega: “es cierto que hay costos económicos, sociales, emocionales, etc, pero no son atribuibles al aislamiento, son producto de la pandemia”.
Diego Guelar, a quien citamos al inicio, hoy twitea: “la cuarentena de 150 días termino siendo un fracaso, llegamos a la misma media de muertos por millón de habitantes que en el mundo”. Guelar se refiere al aislamiento que aún perdura – con sus más y sus menos – en CABA y AMBA desde el pasado 20 de marzo.
Para el neurocientífico Facundo Manes, “6 de cada 10 argentinos tienen síntomas de depresión. Esto cuadruplica o quintuplica los valores prepandemia”, de acuerdo con un trabajo realizado a los 6 días de iniciado el aislamiento y otro a los 72 días.

¿QUÉ PASA CON EL EMPLEO?
Los informes realizados sobre las pérdidas de empleo toman como fecha de corte el mes de Mayo, y allí las cifras son espasmódicas, pero tal como señalábamos, al menos en nuestra Provincia, hubo recuperación de puestos de trabajo. Según la FISFE, en nuestra Provincia la producción cayó 10.9% interanual en junio y acumuló una baja del 13.1% en el primer semestre, pero actualmente, según la entidad, la actividad se está recuperando a los niveles pre pandemia.
El Ministro de Trabajo Roberto Sukerman señaló ante nuestra consulta que desde el mes de febrero, en Santa Fe los puestos de trabajo registrados en el sector privado cayeron un 2,5%, lo que implica una caída absoluta de 12.077 puestos, según la serie desestacionalizada.
Otros informes, tomando como base un desagregado del Ministerio de Trabajo de la Nación hasta principio de Julio, hablan de 40.000 puestos de trabajo perdidos en la Provincia de Santa Fe.
Eduardo Taborda, presidente de la Federación de Centros Comerciales de Santa Fe – FECECO – señaló que en lo comercial es muy difícil tener un dato certero, “porque muchas veces los comercios cierran sus persianas, y no se bajan del monotributo ni del DREI, entonces el dato termina siendo muy subjetivo”; el dirigente hizo notar que, “los pocos datos concretos que tenemos hablan de una caída del consumo en general, que se advierte en los rubros no esenciales (ropa, calzado, bazar, turismo), pero que rebotó en los esenciales (alimentos y bebidas), y acá – indicó- hay que tener en cuenta un tema no menor, que es el impacto en ese consumo de las tarjetas Alimentar”.

SISTEMA SANITARIO
Al momento de redactar este trabajo, el Ministerio de Salud de la Provincia confirmaba que en todo el territorio santafesino hay 954 camas críticas disponibles; y si bien el 54 por ciento se encuentran ocupadas, apenas el dos por ciento son pacientes con coronavirus (el resto obedecen a otras patologías).
De ese total de camas disponibles, 659 cuentan respirador; de las cuales 406 se encuentran en el sector privado y 253 son públicas. Además, hay 295 camas que no cuentan con respirador, de las cuales hay 277 que son privadas y 18 públicas.


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