Cielo y Luz

Carta de Lectores 02 de agosto de 2020 Por REDACCION
Leer mas ...
Sr.  Director:

Cielo y Luz, son hermanos, viven en un lugar muy hermoso llamado Universo. Vivir allí, los hace ¡tan felices!. Tienen amplios espacios para jugar; la naturaleza toda, donde pueden explayar su imaginación , convirtiéndola en un sin fin de juguetes, a los que saben deben cuidar con mucho amor y empeño. Todo le sonríe; Cielo y Luz devuelven esas sonrisas con algarabía y agradecimiento. Cuando la lluvia va a visitar a cielo, Él baila con ella, haciendo miles de piruetas, apostando a ser empapado o simplemente mojado. Cuando la lluvia se va , se saludan y Cielo se consuela con un regalito que ella le deja; un atractivo charquito en el suelo; y Él tomando los tronquitos que caían de los árboles, y colocándolos en el charco, imaginaba peces de variados colores y tamaños, nadando, o barquitos navegando; pero no todo quedaba ahí, proponía a los barcos a jugar a la carrera y se divertía anunciando al ganador.
La pelota hecha de medias viejas que había quedado en un rincón, protegiéndose de la lluvia, esperaba que el sol salga, para que Cielo la busque para jugar, y al ser lanzada, y al levantar vuelo transformarse en un ave o en un avión, o simplemente caminar. Una muñeca de trapo, con cabellos de lana y un vestido a cuadros, acompaña a Luz a disfrutar de la fresca naturaleza, para jugar, con el rocío de las flores, las vaquitas de San Antonio y los caracoles que ya saben están invitados; y así van y vienen, Luz y su muñeca, que no tiene nombre, pero sí, todo el amor de su “mamá”, ella lo siente; si hace frío, su “mamá” la arropa, si hace calor, se la quita. Juegan a las escondidas detrás de los arbustos y los árboles; y llegando al medio día, hora de comer, Luz va a la cocina y prepara la “comidita”, pone la mesa y sillas de piedras, o tronquitos y se sientan a “comer”. Juegan y juegan, saltan a la soga, corren, caminan, se sientan a “tomar la leche” y a “charlar”, inventan juegos, juegan y juegan… Ya cansadas, Luz se va dormir, no sin antes acunar a su muñeca; y Cielo, viendo que ya nada puede hacer, invita a la luna y a las estrellas a acompañarlo en sus sueños, no sin antes prometerle que se levantaría muy tempranito a desayunar con ellas; esperando, como siempre lo hace , a Luz y a su muñeca, para disfrutar juntos de un nuevo día.
Evangelio, según San Marcos. Versículos del 13 al 14 y versículo 16. Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: “ Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos”. Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.
Bendiciones a todos los Niños y Niñas del mundo.

Ana María Abuh Arias de Abeillé
Rafaela

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
Seguinos en Facebook y Twitter

Boletín de noticias