Editorial

La Palabra 04 de julio de 2020 Por Raúl Vigini
La gestión

El contenido del vaso hasta la mitad lo condiciona todo. Y es responsabilidad del protagonista saberlo mirar. Como si fuera una bienaventuranza podemos decir felices los que saben emprender. Dichosos quienes lo intentan al menos. Porque de ellos será el reino de la realización personal. Con errores y aciertos. Con las vicisitudes de las que nadie se puede desligar. Pero no se quedaron con las dudas. Y los logros son el mayor tesoro del que pueden disfrutar en sus vidas por las decisiones que alguna vez asumieron. Nuestra entrevistada se siente reconfortada por haber generado su propio destino desde que fueron surgiendo las posibilidades de cumplir el sueño de dedicarse a lo que había elegido. No es cuestión de remedar a Sísifo. A veces -las más- somos nosotros  mismos los responsables de sostener esa piedra para que no vuelva a caer. Y es en ese mismo momento cuando se puede reconocer haber cumplido con los objetivos propuestos alguna vez.

Raúl Alberto Vigini

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