La importancia de mejorar la performance en "fabricación" de las hembras de reemplazo

SUPLEMENTO RURAL 02 de julio de 2020 Por REDACCION
En las lecherías, el costo de las hembras de reemplazo tiene una magnitud considerable, y a pesar de ello, pocas veces se le presta atención a la eficiencia del proceso. Un trabajo de técnicos argentinos, que contó con la colaboración de un investigador de EE.UU. ayudó a radiografiar el problema y apuntar soluciones.
Uno de los indicadores más importantes cuando se analiza el costo de la reposición en los tambos, es la edad a la que paren las vaquillonas por primera vez.
Esto depende de su crecimiento y del criterio para darles servicio junto a la eficiencia reproductiva.
Pero al analizar los indicadores por establecimiento, se observa a través de monitoreo y control de este indicador que se encuentran más cerca de los valores recomendados, de acuerdo a lo publicado por TodoAgro.

IMPLICANCIAS
¿Qué implicancias tiene la demora en la edad al primer parto?
Hay resultados diversos en relación al resultado en producción de leche durante la primera lactancia. En nuestro estudio, si bien en primera instancia, la mayor edad parece favorecer la producción de leche, este aumento en la producción se da durante solo unos 4 meses, donde aparentemente, la vaquillona debe continuar su crecimiento, que anteriormente no fue favorecido.
Por otro lado, en relación a la performance reproductiva, las vaquillonas que paren más jóvenes, tienen un periodo de abiertas menor.
Este beneficio en términos reproductivos, sumado al ahorro de dinero que implica un periodo de recría más corto, superan ampliamente al beneficio por el aumento de la producción de leche.
El beneficio económico de que las hembras lleguen al primer parto a la edad recomendada en nuestro estudio fue entre 100 y 235 dólares por animal.

UN MONITOREO
"Como consultores nos cabe la responsabilidad de monitorear este indicador, y de intentar llevarlo a valores cercanos a los recomendados; siempre acompañado del control del crecimiento y desarrollo de las hembras", se señala en el prólogo de trabajo de investigación titulado "Impacto de la edad al primer parto en el rendimiento y la economía en rodeos lecheros comerciales en Argentina".

EDAD DE PARICION
Uno de los indicadores más importantes cuando se analiza el costo de la reposición en los tambos, es la edad a la que paren las vaquillonas por primera vez. Esto depende de su crecimiento y del criterio para darles servicio junto a la eficiencia reproductiva.
¿Cuál es la edad al primer parto recomendada?
Varios autores sugieren que para la raza Holstein el óptimo se encuentra entre los 21 y 24 meses.
En un estudio recientemente publicado (Turiello et al., 2002) analizando los datos de la Asociación Regional Centro, se concluyó que el 50 % de las vaquillonas pare por primera vez con 27 meses o más. Pero al analizar los indicadores por establecimiento, vimos un amplio rango de medianas: entre 23 y 36 meses.
Esto quiere decir que algunos establecimientos, probablemente a través de monitoreo y control de este indicador, se encuentran más cerca de los valores recomendados.

IMPLICANCIAS

¿Qué implicancias tiene la demora en la edad al primer parto?
Hay resultados diversos en relación al resultado en producción de leche durante la primera lactancia. En nuestro estudio, si bien en primera instancia, la mayor edad parece favorecer la producción de leche, este aumento en la producción se da durante solo unos 4 meses, donde aparentemente, la vaquillona debe continuar su crecimiento, que anteriormente no fue favorecido.
Por otro lado, en relación a la performance reproductiva, las vaquillonas que paren más jóvenes, tienen un periodo de abiertas menor.
Este beneficio en términos reproductivos, sumado al ahorro de dinero que implica un periodo de recría más corto, superan ampliamente al beneficio por el aumento de la producción de leche.
El beneficio económico de que las hembras lleguen al primer parto a la edad recomendada en nuestro estudio fue entre 100 y 235 dólares por animal.

LOS AUTORES

Los autores de la investigación son Paula Turiello (Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Nacional de Río Cuarto), Cristina Issaly (Universidad Nacional de Río Cuarto) Claudina Vissio (Instituto para el Desarrollo Agroindustrial y de la Salud UNRC-Conicet), Jud Heinrichs (Department of Animal Science Univ. Penn State), y Alejandro Larriestra (Universidad Nacional de Río Cuarto y Universidad Nacional de Villa María).

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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