Optimismo, ¿por qué no?

Suplemento Economía 07 de junio de 2020 Por Guillermo Briggiler
Muchas actividades están volviendo a comerciar y a generar riqueza, mientras que algunas de estas también se beneficiaron de la situación de distanciamiento social.
Nos hemos concentrado mucho en las malas noticias de estos últimos tiempos, pandemia, inflación, default, exceso de gasto público, emisión, baja de reservas, entre otras. Pero, en las próximas líneas vamos, a mostrarles que hay lugar para el optimismo en el futuro cercano, que hay también buenas noticias y que se puede hacer negocios en este contexto.
Primero y lo más relevante es que si el virus se comporta en nuestro país de manera similar a como se comportó en otros lugares, es decir proyectando la evolución matemática de la curva de contagios, en menos de 45 días estaríamos superando la pandemia y sin apresurar nada se volvería lentamente a la normalidad. Esto es un análisis matemático, no virológico, pero aplicado de otros países a nuestra realidad. Junto con esto, en ese mismo plazo y dada los avances en la negociación de la deuda y lo cerca que se encuentra la oferta del gobierno de las pretensiones de los bonistas, estaríamos solucionando el segundo gran problema que tiene nuestro país en las próximas semanas.
Además, en este clima de optimismo, les contamos que muchas actividades están volviendo a comerciar y a generar riqueza, mientras que algunas de estas también se beneficiaron de la situación de distanciamiento social. Observen los siguientes ejemplos que no agotan todo el espectro de actividades que aumentaron su operatoria durante la cuarentena:
Como las personas no podían concurrir a bares y restaurantes para realizar una salida de esparcimiento, satisficieron esa necesidad en otro mercado, compraron mejores bebidas y comidas y disfrutaron de ellos en familia, mejorando las ventas de rotiserías y vinotecas. Como no se podía salir, se dieron un gusto en casa.
Muchos que estaban acostumbrados a concurrir a diferentes eventos de catas enológicas, se anotaron en catas virtuales, donde el organizador les hizo llegar a domicilio las bebidas a degustar y se conectaron por medio de una plataforma con el enólogo a disfrutar y discutir sobre el producto, más relajados que en tiempos anteriores donde debían cumplir con más obligaciones.
Se beneficiaron también los locales barriales, en detrimento de centros comerciales más grandes. Con la imposibilidad de circular o el temor a contagiarse al hacerlo, aumentó el consumo en los locales de proximidad, comprobamos esto tanto en productos alimenticios como en rubros no comprendidos en este, verificado a través de las distribuidoras mayoristas de estos productos.
Los amigos acostumbrados a juntarse periódicamente, lo siguieron haciendo, cada uno en su hogar, pero cocinando el mismo menú y compartiendo el rato en las redes. Las personas siguieron cumpliendo años y siguieron recibiendo regalos, la diferencia fue que los mismos se mandaron por delivery y el feliz cumple se cantó por Whatsapp, las estrella acá fueron desayunos a domicilio, picadas y helado. Tenemos conocimiento de fiestas virtuales que fueron organizados por los propios cumpleañeros, remitiendo a los participantes, torta y bebidas para la hora del brindis, junto con el link de invitación a la reunión en Zoom.
Algunos locales rafaelinos de ventas de productos para hacer deportes vieron aumentadas las ventas de artículos para ejercitarse en casa, dado el cierre que tuvieron los gimnasios, quienes no pudieron alquilar o prestar los artículos a la totalidad de sus asistentes. También encontramos algunos herreros que desarrollaron soportes para bicicletas, convirtiendo, la bici de paseo o de ejercicio, en una fija para ejercitarse en casa. En este caso se ve perfectamente el traslado de demanda de un sector al otro.
También se decidieron muchos arreglos menores en el hogar, pintura, muebles, entre otros, utilizando para ello dinero que antes podría haberse gastado en otros lugares geográficos, producto de la suspensión de viajes por turismo y por haber quedado dentro de la cuarentena varios fines de semana largos y entre ellos el más turístico del año el de Semana Santa.
Una última para este sector tan golpeado, el del turismo, una vez superada las situaciones planteadas, pandemia y default, es muy probable que el tipo de cambio turístico quede razonable y que se puedan encontrar oportunidades de ofertas de viajes en distintos lugares que hayan sufrido baja de demanda y deban recuperarse económicamente y recuperar visualización en el consumidor.
También estamos observando en los últimos días un aumento en el patentamiento de vehículos, producto de un momento, donde es muy conveniente, convertir los dólares billetes o los pesos en activos físicos.
Como les demostramos, hay lugar para el optimismo.

#BuenaSaludFinanciera
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@GuilleBriggiler 

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