El federalismo salvó vidas, y ahora a la economía

Notas de Opinión 06 de junio de 2020 Por Dr. Enrique J. Marchiaro
El Gobierno Nacional tuvo la mejor estrategia sanitaria e institucional posible.

La nueva etapa de la lucha contra el covid-19 en Argentina se asienta en un gran yunque, al igual que la primera: el federalismo. El martillo que forje la lucha contra el coronavirus es la política sanitaria y el yunque nuestro diseño institucional, que no es otro que un Estado y una Constitución federales.
El paso del aislamiento al distanciamiento en 18 provincias argentinas solo es posible porque las cosas se hicieron bien, claro está de parte del Estado y de la Sociedad. Ambos trabajaron en común, a pesar de la tenaz oposición de pequeños sectores políticos y mediáticos cuya ceguera y mediocridad los condena.
Quienes estudiamos los temas del federalismo toda la vida nos quejamos de su violación por parte del Estado Nacional, pues bien, esta vez la historia se ha mostrado con sus mejores ropas. El acatamiento del programa sanitario al esquema federal ha sido impecable, no tiene precedentes en nuestra historia institucional.
Pero además, otros Estados Federales que “siempre admiramos desde la teoría” mostraron su ropaje miserable, como el caso de USA, donde su megalómano Presidente quiso dinamitar las pocas medidas sanitarias que se tomaban desde sus Estados o ciudades.
Las palabras del Gobernador Cuomo de New York han sido dramáticas. Del mismo modo pasó en Brasil, donde solo porque Sao Pablo o Río Grande tomaron medidas el tema no fue peor.
En medio de ese caos, una relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho “el federalismo salva vidas”. Sin dudas ha sido y es así: el diseño federal permitió que en USA O Brasil no muera más gente y autorizó que el nivel subnacional y local profundice las medidas sanitarias de Nación.
Ahora que pasamos a una segunda etapa, valoremos que nuestro federalismo nos permite precisamente que desde el interior logremos poner el país de pie, en tanto la actividad económica pero también social se restablecerá.
Solo resta que CABA y el conurbano logren superar lo que nosotros de algún modo estamos logrando. Y lo podrán hacer porque las energías institucionales del gobierno nacional deben enfocarse allí, donde el foco sanitario es evidentemente muy complicado. La solidaridad federal -de la que tanto habló Pedro Frías- se está llevando adelante con la batería de medidas que Nación dispone de modo diferencial en dicho sector.
Dentro de algunos meses todo volverá a su cauce, claro está en un panorama mundial y nacional de economía en brutal recesión. Con más razón será necesario que este buen ejercicio del federalismo argentino se mantenga, pues no solo se trata de respetar la Constitución sino de entender que los países tienen como condición de desarrollo el federalismo.

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