Un recuerdo que va más allá de aquel gol del Roli Depetris

Deportes 24 de mayo de 2020 Por Martín Ferrero
Se cumplen seis años del día en el cual Atlético le ganó a Colón el desempate en Arroyito y decretó el descenso del "Sabalero" a la B Nacional. Aquel imborrable 24 de mayo y el paso previo: el triunfazo en Sarandí con un final de película. Todo, bajo la mirada de un artífice fundamental para que dicha historia sea real: Lucas Albertengo.
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FOTO LA OPINION

Sábado 24 de mayo. Rosario. 02.00PM. Colón vs Atlético de Rafaela. Van 11 del segundo tiempo. Alario juega para Meli en el medio, el ‘Polaco’ Bastía entorpece la acción y, una vez más, la pelota en poder de la ‘Crema’. Rodrigo Erramuspe toca para Cristian Canhué que desde el círculo central mete un pelotazo cruzado a la banda derecha. La corren Lucas Albertengo y Rodrigo Depetris. Por su velocidad, el balón, parece irse largo por línea de fondo. Inalcanzable. No, Lucas, la alcanza. No la da por perdida. La corre como si fuera la última pelota del partido. Llegó, dominó sobre la línea y descargó rápido –ante la arremetida de un contrincante- para Roli, que había quedado relegado, mirando una vez más el despliegue habitual del ‘flaco’ de Egusquiza. Depetris, con un centro, buscó al goleador Diego Vera pero no prosperó. Dio en Landa que le salió al cruce. Le quedó el rebote, éste limpió para Matías Fissore que así como vino, con un toque sutil de derecha, la metió de colgada para la otra banda, la izquierda. La pelota sobró al defensa rival y el que llegó fue Cristian Canhué, que de zurda metió un centro preciso, al corazón del área, para la aparición de Depetris. La definición de cabeza, a contrapié del arquero Germán Montoya, el gol, el festejo, la remera con la leyenda ‘si crees verás la gloria de dios’. El pitazo final de Abal. La locura de toda la gente que acompañó a la ‘Crema’ en Arroyito. Los abrazos interminables. La emoción del ‘Chino’ Garcé en alzas de un referente como Lucas Bovaglio. Las lágrimas en los miles de hinchas de Colón que coparon –cuando en la previa sólo se podía llevar hasta 10mil personas- el Gigante. Rodrigo Depetris, en el salón de la fama cremosa, por siempre. Todo conocido. Lo que menos importa es el final. Ya lo sabemos. Los hinchas lo recordarán para la eternidad. Todo esto ya pasó. No hay ninguna revelación. Y en este nuevo aniversario, hacemos foco en la trama más que en el desenlace; en alguien que fue fundamental, primero, para llegar a ese desempate por la permanencia en la máxima categoría, y segundo, porque sin su despliegue y confianza, Roli nunca hubiera recibido ese centro.

PRIMERO SARANDI
El torneo Final de Primera División ponía en disputa su 19ª y última fecha, instancia en la cual Colón, local de Olimpo, Atlético de Rafaela, visitante de Arsenal, y Godoy Cruz que recibía a Racing, definían el tercer descenso a la Primera B Nacional. Ya se habían ido Argentinos y All Boys.
El “Sabalero” y la “Crema” compartían la última plaza condenatoria en la tabla de promedios con 139 unidades, un punto por debajo del ‘Tomba’. Los mendocinos superaron a la ‘Academia’ 2-1. Resultado que obligaba a los dos elencos santafesinos a ganar, para por lo menos aspirar a un desempate mano a mano.

Y ambos ganaron. Cuando el equipo de Jorge Burruchaga conseguía un increíble triunfo ante el equipo de Martín Palermo un minuto antes del final, Colón parecía que se derrumbaba en Santa Fe. Sin embargo, en un final de película, en el último minuto de descuento, el equipo sabalero derrotó a Olimpo, y así alcanzó el partido desempate por la permanencia ante la “Crema”.
El árbitro Néstor Pitana había dado un minuto más de descuento en Colón-Olimpo. En el Viaducto, mientras tanto, Burru y todo Atlético festejaban con locura el gol de Lucas Albertengo, en el último minuto. Entonces, ocurrió otro milagro en Santa Fe. En la última jugada, en el último minuto de descuento, después de varios rebotes, el balón dio en la pierna de Lucas Alario y la pelota entró casi pidiendo permiso. Ahora, la locura se trasladaba al Cementerio de los Elefantes. Así Colón le ganó 2-1 a Olimpo.
“Yo digo siempre que si Colón no ganaba en esa última fecha sobre la hora hoy el gol más importante sería ese que me tocó hacer a mí contra Arsenal y no el de Roli (risas)”, le confesó a La Opinión Lucas Albertengo, y luego añadió: “Nos estaríamos todos acordando de eso y por lo que pasó después en Rosario queda todo un poco relegado”.
Y…si. Es así; uno, generalmente recuerda siempre los finales de cada película, no la película entera. Pero aquí, la trama, esa trama de aquella tarde en Sarandí también fue como para un film. “Había sido una locura, tengo la imagen que la pelota entra al lado del palo y que todos corríamos para todos lados festejando, el pitazo final, el festejo y a la vez el saber lo que pasaba en Santa Fe”, relata Albertengo. Y sobre ese gol, contó: “Trate de aprovechar el espacio, el pase de Diego (Vera) vino muy bien, no pensé mucho, el arquero se me hizo gigante, el arco muy chiquito, me quedó para la zurda pero confiaba bastante y le di”.

AHORA SI, ARROYITO
Con los resultados consumados. Victoria de Colón y Atlético, ambos por 2-1 vs Olimpo y Arsenal, respectivamente. Se tuvo que ir a un desempate para ver quién de los dos perdía la categoría. Se jugó en cancha de Rosario Central, en el Gigante de Arroyito, un día como hoy del 2014.
“Ese partido va a ser algo que no nos vamos a olvidar nunca, fue especial, todos lo vivimos así. Que se haya dado de esa manera, tener que jugar un desempate contra Colón, un partido muy especial para la gente, fue muy lindo y sobre todo con lo bien que jugamos ese día”, recuerda Albertengo.
Si había un favorito, ese era el equipo de Diego Osella. Si bien no llegaba en su mejor versión futbolística, había peleado la primera parte del torneo en los primeros puestos. Atlético había cortado, en el juego anterior ante Arsenal, una racha de diez sin poder ganar. Y si bien los hinchas no juegan los partidos, el Sabalero había copado todo su sector (y más también) del Gigante.
“Llegábamos, salvo el último partido ante Arsenal, con una racha muy mala, que si bien en varios merecimos algo más no podíamos ganar. Colón venía de hacer un gran torneo, había terminado entre los primeros. Era un equipo muy duro”, apuntó Albertengo, y en relación al público recordó: “Al principio eran 10mil personas cada uno, cuando entramos a la cancha y vimos toda la gente que habían llevado también nos sorprendió, parecía un poco injusto, pero nosotros en ningún momento nos dejamos atemorizar por el marco que había”.
El refrán dice que las finales no se juegan, se ganan. No es una verdad absoluta. Para ganar una final, hay que saber jugarla. Tener un plan, ejecutarlo de buena manera, ajustar si el rival así lo exige, mostrar carácter en la adversidad, saber competir, y, por supuesto, contar con esa pizca de suerte que incluye este juego.
“Ese fue el partido que mejor jugamos en la temporada”. Coincidió Lucas. “Con todo lo que nos jugábamos, las presiones que teníamos y que lo hiciéramos de la forma que lo hicimos. Fue el mejor, lejos”. Agregó. Y luego analizó: “Al principio nos costó acomodarnos un poco en partido, tuvieron alguna, pero después cuando empezamos a agarrar la pelota, a los 15/20 minutos creo que fuimos muy superiores y terminamos siendo justos ganadores, tuvimos muchas situaciones de gol y cuando hicimos el gol lo controlamos bien, en ningún momento pasamos sobresaltos”.
Corría el minuto 11 del complemento. Una pelota que parecía perderse por la línea de fondo, ahí bien cerca de los miles de ‘Sabaleros’ que acompañaron a su equipo y termina siendo ‘la pelota del partido’.
“Cuando tenía la pelota Cristian (Canhué) en el medio se la pido al espacio, creía que por ahí podíamos atacar, cuando viene el pase se va bastante fuerte, se iba largo, creo que el mayor mérito mío en esa jugada fue no dar la pelota por perdida. Si se quiere era intrascendente, se iba contra el banderín del córner. Yo la corro porque en todo momento sentí que llegaba a esa pelota. Después la puedo salvar contra la línea, puedo descargar, justo habíamos arrancado con Roli los dos por esa pelota, se la di antes que llegue el defensor, después viene la jugada; Roli quiere tirar el centro, rebota, descarga con Mati (Fissore), este que la mete al área, le sobra al lateral, centro de Cristian (Canhué) y termina definiendo Roli. De todo eso fui un espectador de lujo, cuando cabecea estaba atrás de él y lo vi perfecto. Define muy bien, es la mejor manera de hacerlo, no me lo olvido más”, relató Albertengo.



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