EN OTOÑO: GRAN ESPECTACULO DE COLORES

SUPLEMENTO RURAL 02 de abril de 2020 Por REDACCION
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Como todos los años al llegar a estos meses se empieza a producir ese despliegue de colores que nos regalan las hojas de los árboles y arbustos, y como me parece de una belleza sobrenatural y entiendo que mucha gente no conoce el porqué de este fenómeno, me animo a repetir este artículo tan propicio para comprender el porqué de este espectáculo.
Cuando el intenso verde del verano comienza a apagarse, los follajes de muchos árboles, arbustos y enredaderas se convierten en verdaderas fábricas de colores: amarillos, dorados, rojos, púrpuras, anaranjados, marrones y toda una gama imposible de describir, solo observando se puede apreciar la belleza que todo eso despliega.
Los preparativos de la naturaleza para los cambios del otoño comienzan el día del solsticio de verano, para nuestro hemisferio sería el 21 de diciembre, primer día del verano que es también el día más largo del año. Al cambiar la posición aparente del sol, va cambiando también la cantidad de energía solar en forma de luz y calor que recibe la tierra, lo cual se manifiesta en las diferencias climáticas de las estaciones. A medida que los días se acortan y la luz directa del sol disminuye, los días se vuelven más fríos y este cambio de temperatura favorece el cambio interno en las plantas que producirá los brillantes colores de las hojas de los árboles, arbustos y enredaderas.

¿POR QUE CAMBIA DE COLOR EL FOLLAJE DE OTOÑO?
Los cambios químicos que producen la variación de colores en las hojas desde el verde pálido en primavera hasta el verde intenso del verano para luego transformarse en amarillos o colorado en el otoño, involucra una serie compleja de reacciones bioquímicas.
Durante el verano el verde de las hojas está dado por la clorofila, que es un pigmento verde.
Las hojas además de clorofila, poseen otros pigmentos amarillos, rojos, anaranjados, azules y púrpuras que están enmascarados por la clorofila dominante en la época estival.
Con los días más cortos y frescos, que señalan la proximidad del invierno, las plantas dejan de producir clorofila y la que quedó en las hojas se descompone y desaparece. Esto hace que se vuelvan visibles los pigmentos responsables de las nuevas coloraciones.
En los robles por ejemplo que tienen en sus hojas gran cantidad de taninos, su follaje vira al rojo amarronado cuando la clorofila se descompone. Los fresnos dejan ver sus pigmentos amarillos y los liquidámbares seducen con sus tonos rojizos y anaranjados. Luego, estos pigmentos a su vez se descomponen al llegar el invierno, dando lugar al marrón característico de las hojas secas.
Cada especie o grupo de especie tiene su color predominante. Tenemos por un lado los abedules, álamos y tulipaneros que son típicamente amarillos; los hayas por su parte presentan una coloración amarilla bronceada y los nogales un amarillo dorado. En ninguno de ellos se podrá encontrar hojas rojas.
Por otro lado los arces podrán ser verdes, amarillos, rojos o marrones o cualquier combinación de estos colores.
En nuestro país con excepción de la zona sur, estos árboles debieron ser traídos desde el hemisferio norte ya que no existían aquí naturalmente, y si bien resultan más que interesantes por su color no hay que abusar: será bueno agruparlos por tonos similares y no mezclarlos al azar ya que de esa manera se puede malograr incluso un buen diseño.
Tenga en cuenta que siempre necesitará un marco verde de árboles de follaje persistente que, además de generar un contraste que los pondrá en relieve, funcionará como estructura de base y seguirá estando aun cuando los colores del otoño hayan desaparecido.
Les pareció interesante? Creo que es necesario saberlo, sobre todo nosotros los amantes de nuestras amigas las plantas… hasta el próximo encuentro y no duden en consultarme cualquier duda que tengan…
ING. MARÍA PAULA BERTA

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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