La posibilidad de que un expolicía que ya cumplió condena por el asesinato de Claudio "Pocho" Lepratti ingrese a las filas de la Guardia Urbana Municipal (GUM) de la santafesina ciudad de Arroyo Seco, generó fuerte repudio y resistencia por parte de familiares de la víctima y organizaciones sociales, gremiales y de derechos humanos locales y de la región.

HOMICIDA Y CANCION
Se trata de Esteban "Tiky" Velázquez, exagente del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez, quien el 19 de diciembre de 2001 abrió fuego contra el recordado militante social rosarino que trabajaba como asistente escolar en la Escuela Nº 756 de Barrio Las Flores, cuando en medio de la represión le suplicaba a la Policía desde el techo de la escuela que dejara de disparar "porque había niños comiendo".
Esa situación entre otras cosas motivó una canción del santafesino León Giecco (nacido en Cañada Rosquín), que prácticamente recorrió el mundo.
Está titulada "El ángel de la Bicicleta", y en el estribillo reza "bajen las armas, aquí sólo hay pibes comiendo".
Luego de ser condenado a 14 años de prisión (de los cuales solamente purgó un poco más de 9) por el homicidio, Velázquez salió en libertar condicional en 2011. Y a pesar de que la fiscal Elida Rivoira en su momento solicitó 18 años de prisión y la inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos, no se incluyó en el fallo esa sanción accesoria.

DEBATE ETICO Y LEGAL
De acuerdo a lo publicado por La Capital, lo que apuntalan las organizaciones sociales que advirtieron sobre la situación, es que la ley nacional Nº 25.164 impide el acceso a cargo públicos al personal que fue exonerado de las fuerzas de seguridad, como Velázquez.
Esa norma está por encima de los decretos municipales, lo cual fundamenta el aspirante a la GUM arroyense para el cual ya fue preseleccionado.
Ese punto fue el que desató una andanada de cuestionamientos éticos, en torno a las intenciones del expolicía de volver a ocupar una función con responsabilidad tan sensible en la seguridad ciudadana.

UN COMUNICADO
El malestar fue visibilizado a través de elocuente comunicado publicado en Facebook bajo el interrogante "la seguridad y la convivencia en una ciudad puede quedar en manos de quién asesinó al Pocho". En esa dirección los firmantes del texto resaltan la necesidad de "alertar y debatir con la ciudadanía, si personalidades como la de (Velázquez), representan el modelo de quien debe brindar la seguridad y el espíritu de convivencia desde un organismo del Estado".
Y tras considerar que "su figura está en las antípodas de una concepción ética, moral, humanista y de derecho para desempeñar tal función", dejan "claramente" sentada su "oposición ante la comunidad y el Ejecutivo, que finalmente decidirá sobre su admisión", para finalmente invitar a sumarse al rechazo.

LOS FIRMANTES
El documento está suscripto por familiares del militante social asesinado durante el gobierno del exgobernador Carlos Reutemann en el marco de crisis y represión que ensombreció al país, la biblioteca Pocho Lepratti, FM La Hormiga Radio Comunitaria, y Asamblea del 19 y 20, entre otras organizaciones.