Conocernos desde la nutrición*

La Palabra 04 de enero de 2020 Por None
por Marianela Abat - licenciada en nutrición (Coronel Du Graty, Chaco)
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archivo Marianela Abat Lactancia materna: Marianela Abat la incentiva desde un grupo de madres

Tengo veintinueve años y soy especializada en Nutrición Deportiva. Egresada de la Universidad de la Cuenca del Plata de la ciudad de Corrientes en dos mil trece. Hasta el momento llevo diez años estudiando esta hermosa carrera. Digo diez años porque jamás dejé de estudiar, capacitarme y actualizarme. Tuve la suerte de poder trabajar en muchas áreas de mi profesión, ganando con el paso del tiempo mucha experiencia de alto valor. Tanto de forma personal como profesional. Y lo digo porque antes de un profesional está la persona, lo que significa que antes de ser “nutricionista” soy una “mujer” que también es “mamá”.

Qué es la nutrición para mí 

Me recibí en la universidad con una tesis de grado sobre el estado nutricional de la mujer embarazada. En la presentación, resalto la pregunta de una profesora que me evaluaba, ella me preguntó por qué había elegido ese tema, a lo que respondí: Amo cada rincón de mi carrera, la nutrición completa del ser humano, y quise estudiarlo comenzando desde la etapa más inicial posible, que es dentro del vientre de la madre, y más aún, desde antes de su concepción -quise estudiar a la mujer en edad fértil- ya que eso me dará las bases y las pautas que necesito para estudiar y comprender todo lo demás. Así veo a la nutrición, como la base de todo, el primer paso para mejorar, proteger o recuperar la salud, el cimiento que sostiene a la persona para que no se derrumbe. Creo profundamente que cualquier cambio comienza primero en uno mismo, y desde adentro. 

El valor de comunicar

Crecí en un pueblo del interior de Chaco llamado Coronel Du Graty. Me educaron con la sana costumbre de saber que no hay mejor maestro que el ejemplo. Que ser honesta está primero, y sobretodo que debo escuchar a mi interior ante todo. Ser pueblerina me enseñó a valorar cada oportunidad que la vida me daba como única e irrepetible. Los tiempos lentos llenos de paciencia que lleva aprender a escuchar. En mi pueblo no existían rejas, mi perra era la que me acompañaba a la escuela todos los días. Y aún conservo los mismos amigos que tenía en el jardín de infantes. Con todo esto, quiero resaltar, que las posibilidades en el interior de Chaco no son las mismas que en una gran ciudad. Y para los que conocen de vivir alejado de las ciudades sabrán que estudiar es verdaderamente todo un desafío. Aun así creo que supe aprovechar al máximo lo que me ofrecía mi lugar de origen, me recibí de profesora de danzas e inglés a muy temprana edad, practiqué judo casi toda mi infancia y adolescencia, y competí a nivel nacional. De allí mi amor al club y al deporte. Para luego con diecisiete años armar mi primera valija e irme lejos de mi familia sola a estudiar. Hoy llevo en mi currículum personal mi multifacética historia. Una vez recibida y con el título en mano decidí ir a vivir al sur de Argentina -Puerto Madryn- armando una nueva valija que logré llenar de conocimiento, nuevas experiencias y pasiones. Allí, tuve la oportunidad de trabajar en C.I.K -Centro Integral de Kinesiología- junto a grandes profesionales, donde el mayor caudal de pacientes eran deportistas de fútbol y básquet de primera de clubes destacados como son el Deportivo Madryn, Brown y Huracán de Trelew. También trabajé como nutricionista de Jonathan Wilson “El Chúcaro” Sánchez, un boxeador madrynense, reconocido hoy en día a nivel nacional con el título latino de CMB Súper medio. Hoy doy certeza del “poder de la palabra”, de que no existe viento que la lleve, que una palabra en un momento determinado puede salvarte o puede hundirte, que el saber transmitir es esencial y que mi necesidad de compartir lo aprendido no puede ser callada.

Cómo cambiar la manera en la que nos alimentamos para vivir mejor 

Considero que la mejor forma de iniciar un cambio es tener presente en primer lugar qué queremos lograr, o a dónde queremos llegar. Y como todo viaje, mi mejor consejo es que vayas lento y disfrutes del camino. Quiero decir con esto que un cambio de alimentación lleva tiempo. Que no es fácil. Que necesitas asesorarte primero y que requiere de planificación y un destino claro. Una forma de comenzar con este cambio es disfrutar y aprovechar al máximo los recursos que nos da nuestra naturaleza. Llenar nuestra despensa y heladera de granos enteros integrales, frutas y verduras frescas y ser los creadores de nuestra propia comida en casa. Que al fin y al cabo, será en la intimidad del hogar el único lugar donde realmente podemos controlar la manipulación de nuestra comida y de esta manera evitar enfermarnos. Conocer la selección, las buenas técnicas de cocción y saber manipularlos es clave y decisivo para este gran cambio.

El mayor problema de salud: la obesidad 

Costó muchísimo tiempo catalogar a la obesidad como una enfermedad. De hecho, aún hay obras sociales que no cubren ni acompañan su tratamiento. Son pocos los años en que la Organización Mundial de la Salud definió a la obesidad como una enfermedad crónica multifactorial. Y como tal, aceptar que necesita de un tratamiento integral con pautas claras y sostenidas en el tiempo. La obesidad no es un problema menor. En Argentina hay mayor porcentaje de adultos y niños con bajo peso, sobrepeso u obesidad, que con un estado nutricional normal para su contextura, estatura y edad. Lo que me da la pauta que estamos teniendo un problema nutricional de base. Que para nada está oculto, por el contrario, está a la vista de todos. Basta con pensar que antes, en la escuela quizás teníamos un compañero/a rellenito/a. Y hoy en día, los chicos ya no tienen uno o dos compañeros con sobrepeso, sino muchos más. La obesidad también es un tipo de malnutrición, una enfermedad asintomática que distorsiona la apreciación de la propia imagen corporal y se relaciona con problemas de autoestima y de conducta. Lo que atrae no solo a otros tipos de enfermedades crónicas como diabetes mellitus, hipotiroidismo, dislipidemias o hipertensión. Sino también se liga a trastornos psicológicos de mucha prevalencia como es el caso de la depresión.

Las creencias en cuestiones de salud 

¿Tengo que dejar de comer para adelgazar? Para su sorpresa, la mayoría de la población cree que hay que restringir el alimento y matarse de hambre para lograr un descenso de peso. Gracias a todos los astros que esto para nada es verdad. Y que la respuesta es un no rotundo. El cuerpo necesita “nutrientes” -energía, proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales- y los requiere para subsistir. Sin ellos, el organismo se debilita, enferma y muere. Es así de simple. He aquí la revelación: como dije antes, necesita nutrientes, y a los nutrientes los obtenemos a través de los alimentos. La manera que tenemos los nutricionistas de contabilizar la energía que obtenemos a través de estos nutrientes es como calorías, que no es lo mismo que la energía biodisponible que ocupa una célula para realizar una función. La célula necesita transformar esa energía que le damos en forma de calorías en ATP, es decir adenosin-tri-fosfato. Y la única manera que tiene de hacerlo es a través del movimiento. Así como la energía cinética, el cuerpo necesita moverse para crear energía utilizable, de lo contrario, el exceso de todo lo que comemos se almacena como grasa en el tejido adiposo, que depende el caso, en algunos se almacena en la parte glúteo-femoral -ginoide- y en otros en la sección tronco-abdominal -androide-. Una manera de generar mayor gasto energético y ocupar esa grasa que tenemos en reservas es dándole al cuerpo trabajo, haciendo una actividad de moderada intensidad que perdure en el tiempo. Sí, salir a caminar es una respuesta correcta. Pero, no podemos estar caminando todo el día. Por eso te quiero contar algo, el proceso de digestión es una actividad de moderada intensidad que sí podemos hacer durante todo el día, y que si sabemos elegir los alimentos a ingerir nos pueden provocar un consumo de grasas y de esta manera ¡perder peso comiendo!

El primer mandamiento: Tener los pies en la tierra

Creo que los medios de comunicación imparten estereotipos de belleza irreales en la sociedad. Claro que, porque lógicamente los medios solo muestran lo que desean mostrar, ¡y esa “parte” pocas veces representa a un total! En términos más simples, el hecho de que “La sociedad no es ni siquiera parecida a lo que nos muestran por televisión” nos hace concluir que la realidad es claramente otra, particularmente diferente en cada casa, y en cada persona. Diferenciar la realidad de la ficción es lo que cuesta. La publicidad, se basa en parámetros de moda y estética que nada tiene que ver con el estilo de vida del común de las personas, donde el trabajo de tiempo completo, los malos sueldos, y la falta de tiempo en el seno familiar -la cual juega el papel principal en la creación de una personalidad segura de sí, que no relaciona afecto con estereotipo- nos sumergen en una burbuja de estrés y aire contaminado del cual nos es muy difícil salir, y por lo tanto son cada vez más las personas que buscan soluciones rápidas para pintar artificialmente el cansancio que se lleva por dentro. Estas cuestiones de elección de malos hábitos, son notoriamente exigidas por el mundo moderno, la necesidad de ser “incluidos”, en una sociedad que tiene muy poco contacto con lo afectivo, mental y espiritual, y por consiguiente con el real concepto de salud y bienestar. En ambos sexos el impacto es el mismo. En la actualidad los medios de comunicación han crecido a pasos agigantados, puedo decir casi con libertad, que hoy en día hasta el hogar más humilde tiene acceso a los medios, y es imprescindible comprender que la educación que puede brindar un programa de televisión, cuya finalidad principal es el de entretenimiento, nunca puede suplir el rol de educador en el contexto familiar e institucional.  

Mi forma de trabajar 

Considero que algo que me caracteriza son los detalles y la pasión por transmitir lo que sé, acompañando y educando a mis pacientes sin presiones ni juicios. Me considero amiga de mis pacientes y como tal, los cuido y aconsejo desde la salud y el bienestar, que abarca mucho más que solo el proceso de nutrirse. Suelo dar menús muy variados, coloridos y con texturas muy versátiles y diferentes. Mi objetivo como nutricionista es hacer llegar mis conocimientos a través de la experiencia. Y darle la oportunidad de que conozcan recetas y formas nuevas de combinar los alimentos. Hacerles notar que nada es tan difícil como parece. Y que está en sus manos lograr lo que se propongan de una manera agradable y divertida. 

*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Marianela Abat

10 Actividades donde podés formar parte: con metodología online

Consultorio online. Grupo de descenso de peso para mujeres. Reto fuerza y resistencia para deportistas. Workshop maternity nutrición (grupo de mamás donde se trabaja nutrición materno infantil, desde el embarazo hasta los dos años). 

Para más información podes escribirme en: instagram: @marianelaabatnutricion. facebook: Marianela Abat Licenciada en Nutrición. correo: [email protected]

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