En busca de… Buenos Aires Mágico, protagonista

La Palabra 28 de diciembre de 2019 Por Raúl Vigini
La magia de la magia Fundada por Carlos Enrique Raggi hace tres décadas, hoy a cargo de su viuda, Angela Carlone a quien acompaña su hijo Leandro, llevan adelante una actividad muy particular ofreciendo productos que pueden solicitar tanto los magos, ilusionistas y prestidigitadores profesionales, como todos los interesados en el tema de este rubro de entretenimiento y destreza. De la historia del lugar y sus características conversamos con Néstor Pianta, que se desempeña como responsable comercial de la empresa.
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archivo Buenos Aires Mágico Demostración: Néstor Pianta, responsable comercial de Buenos Aires Mágico con un entretenimieto

LP - ¿Cuál es tu actividad laboral?

N.P. - Además de estar a cargo de la parte comercial de la empresa, armo y preparo lo que un mago o productor necesita para algún acontecimiento, espectáculo, reunión social, etcétera. En lo personal he armado para El diluvio que viene, para los recitales de Valeria Lynch en la década del noventa.

LP - ¿Qué importancia le reconocés a esta casa de magia?

N.P. - Buenos Aires Mágico nació hace más de tres décadas y siempre estuvo emplazado en el mismo lugar, Paseo Galicia sobre avenida de Mayo. Y a la fecha por ósmosis hoy está siendo una de las casas más antiguas de magia te diría que de Latinoamérica. Hay casas más antiguas por ejemplo en Nueva York pero que se ha vendido el nombre y han pasado a nuevos dueños y solo conservaron el nombre por un tema institucional. Esos son negocios nuevos que están sentados sobre la historia de un nombre comercial tradicional.

LP - ¿Cómo es la relación del negocio con los magos profesionales?

N.P. - Es buena porque después de tantos años el que hoy está bien parado sobre un escenario sigue siendo ese chico que entraba con el papá a aprender magia. En esta casa vienen profesionales que le han robado la valija y vienen un lunes entonces se llevan lo que necesitan hasta que se acomode nuevamente. Se apoyan congresos, otras inquietudes, el Hospital Garrahan cada tanto tiene un acontecimiento específico y mandamos los alumnos, si es muy importante vamos los profesionales de la casa. Los magos saben que cuando nos necesitan estamos. Tenemos grandes amigos en todo el país y el mundo. Cuando se hacen congresos en el país aparecen a saludar. Vienen de Chile, de Estados Unidos, de España, Brasil, de nuestras provincias. Nos conocemos de años.

LP - ¿Quiénes fabrican juegos de magia y de quiénes se proveen ustedes?

N.P. - En este momento nos proveemos de todo el mundo realmente. Según el tipo de juego es el país. Todo viene listo para usar. Hay alguna fábrica nacional. A veces el mismo mago vende su línea de productos y la vende en sus presentaciones cuando hace las giras.

LP - ¿Es fácil copiar un juego de magia?

N.P. - Sí, porque en regla general hoy en China se está copiando todo y deliberadamente. En nuestro país la modificación de juegos no es tan sencilla por los costos.

LP - Cuando vemos por un lado el desarrollo de la magia a gran escala en megaespectáculos al aire libre y vemos por otro lado a René Lavand. Con tu mirada y tu experiencia en el tema ¿con qué te quedás? 

N.P. - Una vez René Lavand le dijo en la cara a David Coppperfield:“Usted para hacer magia necesita veinte toneladas y yo con doscientos cincuenta gramos que es lo que pesa un mazo puedo crear la misma ilusión”. Hablamos lo mismo que antes: el talento o la parafernalia. ¿Quién te gusta más un payador o Kiss? Me gustan los dos. Uno porque improvisa maravillosamente y los otros con su magnitud de fuegos artificiales. La magia tiene eso. Si hubiese una sola magia no habría doce categorías en un congreso internacional. A veces el premio no se lo lleva el que hace desaparecer cinco elefantes en escena sino el que trabajó con cubiletes. Te permite las dos cosas.

LP - Anécdota.

N.P. - Cientos de cosas, pero a veces son demasiados afines a la magia. La más linda que te puede dejar esto es cuando viene un abuelo y quiere hacerles magia a los nietos porque no le dan bolilla. A la semana viene a comprar otra cosa, y otra, y otra. Y un día te dice: “Me dijo mi nieto si le voy a hacer magia en el jardín”. Y ese día vez la cara y es otro el que vino porque se siente importante. Esas son las cosas que te llegan. Hace algunos años había un psicólogo que trataba chicos -nunca lo conocimos- y mandaba a sus pacientes con timidez y les recomendaba magia, y en la Academia en un momento se había llenado de chicos que al principio, venían con los padres, la segunda también, la tercera ya no. Y en la fiesta de fin de año el pibe hablaba para trescientas personas arriba de un escenario. Veías esos cambios brutales logrados con nada, ni siquiera con terapia, solo con magia. Los padres no lo podían creer, chicos que no hablaban en el colegio, que no tenían amigos. Entonces sirvió.

LP - Forma de atención al cliente.

N.P. - La forma de venta de magia literalmente es como lo ve quien llega al negocio, el mago profesional solicita ver un juego y el vendedor presenta el efecto tal cual lo verá el público y allí decide su compra. Por tal motivo en una tienda de magia se vive un espectáculo constantemente.

Nos cuenta Leandro Ignacio Raggi, hijo del fundador

LP - ¿Cuándo tuviste noción de que pertenecías a una familia que tenía que ver con la magia?

L.R. - Buena pregunta. De chiquito lo acompañaba mucho a mi padre en el negocio. A mis dieciocho cuando mi padre estaba enfermo lo venía a reemplazar.

LP - ¿Cuál es tu experiencia en este trabajo?

L.R. - Sigo las reglas de mi padre. Esa actitud con los clientes. La gente se sorprende por ese motivo. Aprendí todo gracias a Néstor que fue mi profesor.

LP - ¿Te dedicás a la magia?

L.R. - Haciendo fiestas privadas. Con cartomagia, de escenario, close up o magia de cerca.

LP - De lo que tienen para vender. ¿Qué producto te atrapa más?

L.R. - Lo que más me atrapa son las diferentes rutinas o diferentes resoluciones del juego. Hay una forma de hacerlo, pero agregándole algún detalle más, es otro juego diferente. 

LP - Contanos de algunos elementos mágicos del lugar.

L.R. - La botella de gaseosa famosa que cuando los chicos se aprestan a tomar con el sorbete, el líquido baja solo. Están los cuadros de aparición, los aros chicos que se van entrelazando entre sí, hay accesorios de dedos que son para mentalistas.

LP - ¿Tenés un mago predilecto?

L.R. - No tengo un preferido. Pero los he conocido a todos cuando vienen al local. Destaco de todos algo en cada uno de ellos.

LP - ¿Cuál es el juego que más te apasione de los que practicás?

L.R. - Hay bastantes juegos que me gustan. Uno de los que aprendí es el mazo stripper o llamado biselado. Se elige una carta, la coloca al revés, cuando pasás la mano sacás la carta elegida. Otro es con billetes transformados a partir de un papel en blanco.Y tengo armadas rutinas para distintos públicos.

por Raúl Vigini

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