Macri y Fernández compartieron con un clima cordial una histórica misa en Luján

Nacionales 09 de diciembre de 2019 Por REDACCION
Mauricio Macri y Alberto Fernández compartieron una misa en Luján presidida por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, de la que también participaron dirigentes sociales y sindicales, a menos de dos días del cambio de gobierno.
FOTO NA MADUREZ POLITICA. Awada, Macri, Fernández y Yañez en primera fila de la misa por la paz de la Patria.
FOTO NA MADUREZ POLITICA. Awada, Macri, Fernández y Yañez en primera fila de la misa por la paz de la Patria.
BUENOS AIRES, 9 (NA). - El arzobispo de Mercedes- Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, pidió ayer "no caer en la tentación de querer destruir al otro", al pronunciar su homilía en la Basílica de Luján frente al presidente saliente, Mauricio Macri, y el mandatario electo, Alberto Fernández.
"Debemos hacer todo lo posible y resistir por no caer en la tentación de querer destruir al otro", manifestó Scheinig en el marco del Día de la Inmaculada Concepción de María.
A dos días del inicio del cambio de Gobierno, Macri y Fernández participaron en primera fila de una misa "por la unidad y la paz" en la Basílica de Luján, de la que no participó la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.
En ese marco, Scheinig pidió "volver a dialogar" y construir políticas que "trasciendan los gobiernos", y consideró que "necesitamos promover una cultura del encuentro" y "volver a dialogar todas las veces que sea necesario".
"Estamos agotados de tantos desencuentros y peleas. No se trata de una unidad homogénea o hegemónica, sino de una unidad necesaria para construir el país deseado y salir del laberinto en el que nos encontramos", manifestó el arzobispo de Mercedes- Luján.
Además, consideró que "ninguna persona o grupo en soledad o aislado es la Patria", y argumentó: "La Patria somos todos. La comunión entre nosotros no es una cuestión estratégica, hace a la esencia de lo que somos en el origen y a lo que podemos ser en el destino común".
En sintonía, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Vicente Ojea, convocó a "reconectarnos con la realidad", y afirmó : "A veces creemos que la realidad es un espectáculo que sucede fuera de nosotros". "El Papa (Francisco) no convoca a un trabajo cuerpo a cuerpo. Tenemos que ponerlos a los más necesitados en el centro del camino de la Iglesia. Que la prioridad esté en el cuidado de los más pobres y de los más frágiles", manifestó.
El presidente electo concurrió a la misa, que duró poco más de una hora, acompañado por su pareja, Fabiola Yañez, al igual que Macri que asistió junto a su esposa Juliana Awada.
La misa convocada por la CEA para pedir por la "unidad" y la "paz" se llevó a cabo a menos de dos días del cambio de gobierno, en un clima de cordialidad que compartieron Macri y Fernández pero también los funcionarios entrantes y salientes. Los saludos entre unos y otros se dieron en la llegada y se volverían a repetir en el final de la misa que presidió monseñor Oscar Ojea, titular del Episcopado.
Macri y Fernández llegaron minutos antes de las 11, casi en forma simultánea, se saludaron y caminaron juntos el sendero vallado que los condujo a sus lugares, ubicados en la primera fila central, frente al altar montado de espaldas a la basílica; fue un momento de alta expectación, con todas las miradas pendientes de los movimientos de ambos, que sentados uno al lado del otro, intercambiaban comentarios y sonrisas.
Si bien durante toda la misa, ambos mandatarios intercambiaron gestos de amabilidad, hubo dos momentos históricos, cuando se saludaron con un beso y un abrazo, al momento del Saludo de la paz, al final de la misa, y luego de las oraciones pronunciadas por los titulares de las distintas religiones, cuando Ojea pidió un nuevo saludo.
El intercambio final entre ambos mandatarios se constituyó en símbolo del clima que reinó en este oficio religioso, que se extendió también a los colaboradores de ambos gobiernos, el que se va y el que llega.
Luego de la celebración, a la acudieron miles de fieles en peregrinación, ambos mandatarios se retiraron saludando a la gente que se agolpó a los costados de las vallas que marcaban el camino hacia la Basílica, en un día que acompañó, soleado y cálido.
Por parte del Frente de Todos, asistieron los futuros ministros Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Felipe Solá (Relaciones Exteriores), Santiago Cafiero (jefe de Gabinete), Marcela Losardo (Justicia y Derechos Humanos), Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Nicolás Trotta (Educación), entre otros.
En tanto, en representación de Juntos por el Cambios concurrieron los ministros salientes Patricia Bullrich (Seguridad), Marcos Peña (jefe de Gabinete), Guillermo Dietrich (Transporte), y Hernán Lacunza (Hacienda).
Las principales ausencias estuvieron dadas por la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y su sucesor, Axel Kicillof, al igual que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.





REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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