Basta de contaminación!

Editorial 21 de noviembre de 2019 Por REDACCION
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Entre los múltiples temas que preocupan a los organismos y a los movimientos ambientas, el de la contaminación del agua es uno de los que más esfuerzos demandan en materia de concientización.
Está claro que no resultan suficientes las campañas que se realizan, porque los últimos informes que se dieron a conocer incluyen una serie de datos que son alarmantes desde todo punto de vista.
La contaminación del agua, podría verse reflejada en consecuencias muy graves para la salud, porque se trata del elemento líquido de mayor consumo, por tratarse de uno de los recursos naturales más importantes.
Son diversos los factores y las causas que son capaces de generar la siempre temible contaminación del agua. La pregunta es muy simple, pero a la vez contundente: ¿la sociedad está decidida a preservar ese tesoro?.
Por una definición básica y exacta, que se transmite desde los primeros niveles de enseñanza, el agua es una sustancia cuya molécula está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
El término agua se refiere a la sustancia en su estado líquido, aunque la misma puede hallarse en su forma sólida, identificada como hielo y en su forma gaseosa, denominada vapor.​
Está claro que son varios los factores contaminantes del agua, pero no se pueden exceptuar los relacionados con las basuras y los residuos personales, como así también los desechos químicos de fábricas e industrias, en los casos que no realicen un adecuado tratamiento de los efluentes.
Teniendo en cuenta los principales contaminantes, resulta muy simple imaginar cuáles son las principales causas:
En primer lugar, cómo las personas arrojan sus desechos en el agua de forma natural y constante. Es una mala costumbre a la que prácticamente todos adhieren.
Pero además, se desperdicia a pesar de las elevadas tarifas que deben abonar los usuarios. Dejar las canillas abiertas por mucho tiempo para lavar vajillas o incluso para tomar una ducha es algo que parece imposible de evitar.
El agua potable, en las actuales circunstancias, es un recurso que está en peligro de extinción y las personas aún no son conscientes de ello.
Vale la pena consignar, en segundo lugar, que la falta de educación respecto a índoles de ecología y sustentabilidad, es otro tema preocupante, a tal punto que la inmensa mayoría de las personas no tienen conocimiento sobre cuáles son los minerales inorgánicos que deberían reciclarse de algún modo, o cuáles son los compuestos químicos que, una vez mezclados con el agua, la contaminan de forma definitiva e irreversible.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas, con sede en la ciudad de Nueva York, se pronunció sobre la contaminación del agua, en estos términos:
"Uno de los principales problemas es la presencia de componentes químicos o de otra naturaleza en una densidad superior a la situación natural. Es decir, la existencia de diferentes sustancias como los microbios, los metales pesados o los sedimentos, degradan la calidad del agua", expresó la ONU.
Hoy, también, para garantizar la inocuidad del agua y proteger la salud, la Organización Mundial de la Salud ofrece unas recomendaciones en las Guías para la calidad del agua potable, a través de su web oficial.
Para verificar su calidad microbiológica se realizarán análisis (estudio de microorganismos indicadores de polución fecal, como sería la existencia de Escherichia coli o el diagnóstico de densidad de patógenos).
En cuanto a la calidad química, para comprobarla se efectuarán análisis para controlar la presencia de aditivos, elementos procedentes de los componentes y productos químicos empleados en la obtención y distribución del agua.
También se conoció un informe elaborado por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), con los resultados de una investigación realizada por un grupo de profesionales de la Universidad Autónoma de Barcelona y del International Institute de la Universidad de Rotterdam.
La deducción más importante tiene que ver con la actividad petrolera, que está afectando de una manera considerable a la cabecera de los ríos del Amazonas: los contamina y altera la estructura química del agua. ¿Habrá esto tenido algo que ver con los recientes episodios de incendios incontrolables en la región?
Finalmente, se consignó que durante el período 1987 a 2013 se recogieron muestras de cuatro ríos. Los análisis demostraron que el agua contiene bario, cloruro, cromo o plomo en niveles que están por encima de los habituales. Una conclusión que al margen de los valores, no sorprendió demasiado.
Concientizar sobre la contaminación del agua es una necesidad real y una emergencia comprobada, toda vez que el agua limpia es sinónimo de salud, confort y desarrollo. Todas las sociedades "merecen" estos tres pilares, pero como tantas veces se expresó, todo depende del comportamiento de la gente.
Los buenos hábitos y prácticas se deben aprender e incorporar desde las etapas de infancia y niñez, con los adultos asumiendo sus responsabilidades para generar conciencia sobre la importancia del agua en los seres vivos.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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