BUENOS AIRES, 17  (NA).- Serios incidentes se registraron ayer en la ciudad francesa de París en el marco de los enfrentamientos entre la Policía y los chalecos amarillos que marchaban para recordar el primer aniversario de la movilización que les dio origen.
Según datos de la Prefectura de Policía, 105 personas fueron detenidas durante los disturbios que volvieron a sacudir la Ciudad de la Luz.
Pese a que habían comenzado en forma pacífica, las protestas terminaron con graves incidentes entre los manifestantes y los miembros de la Prefectura de la Policía: mientras los primeros incendiaban autos, destrozaban edificios y arrojaban piedras, los uniformados respondían con balas de goma y gases lacrimógenos.
"En vista de los abusos y la violencia cometidos, el Prefecto de Policía (Didier Lallement) ha solicitado la cancelación del evento planeado desde la Place d´Italie", informó la fuerza francesa antes de que comenzara la represión.
Antes del comienzo de los desmanes, la Prefectura de Policía había detenido a 33 manifestantes, pero ante los incidentes ése número aumentó y se elevó a 105.
Por su parte, el Ministerio del Interior galo destacó que "frente a los matones que los atacan, los bomberos y la Policía intervienen para contener los excesos y poner fin a los abusos".
Nacidos como consecuencia del aumento de los precios de los combustibles, los chalecos amarillos luego incorporaron una serie de demandas para mejorar las condiciones de vida, así como algunos sectores también llegaron a pedir la renuncia del titular del Palacio del Elíseo.
A un año de aquella primera movilización en la capital francesa, este sábado los chalecos amarillos volvieron a marchar por las calles de la Ciudad de la Luz y en distintos puntos del país galo, poniendo nuevamente al movimiento opositor en la tapa de los principales medios de todo el mundo. A la baja desde hace varios meses, la convocatoria de este 53er. sábado consecutivo de protestas estuvo lejos de las 282.000 personas que habían manifestado en la primera jornada de movilizaciones y sólo agrupó a unos pocos miles de ciudadanos en las calles francesas.
Los violentos eran principalmente jóvenes "exaltados", mientras que la gran mayoría de los manifestantes eran personas mayores de 40, en general pacíficas, venidas de otras provincias para celebrar este aniversario, según el diario Le Monde.
La respuesta policial fue criticada por su desmesura. Un periodista denunció en Twitter que un colega fue herido con una granada explosiva en la cara cuando el reglamento indica que deben tirarse al suelo.
La también conocida como "revuelta de las rotondas" -en referencia a los piquetes instalados en toda Francia- no tuvo en su primer aniversario la fuerza que hace un año le permitió poner al gobierno de Macron en jaque.