BUENOS AIRES, 13 (NA).- El presidente Mauricio Macri repudió ayer los hechos de violencia ocurridos en Bolivia y se pronunció a favor de una "rápida convocatoria a elecciones". "Repudiamos la violencia y como establece la carta Interamericana de la OEA esperamos la celebración de elecciones libres y justas", afirmó el jefe de Estado, al remarcar que los comicios "son esenciales para la democracia".
"A los hermanos bolivianos (les digo) que estamos siguiendo de cerca el tema y esperamos que rápidamente se convoque a elecciones", afirmó Macri al encabezar el acto de apertura de la jornada del Cuerpo de Abogados en el Museo de la Casa Rosada.
Al iniciar su discurso, el mandatario remarcó: "Quiero dejar en claro que repudiamos la violencia de cualquier tipo y bajo cualquier circunstancia". Seguidamente, consideró: "Nosotros creemos en el diálogo como único mecanismo de salida de cualquier crisis que pueda tener una nación".
El Presidente, al precisar la postura de su gobierno, explicó que las elecciones son las mejor manera de transparentar la voluntad del pueblo boliviano" y consideró que "los mecanismos previstos en su Constitución son los que van a permitir resolver esta cuestión".
"Siempre vamos a trabajar por una región en paz con instituciones fuertes e independientes que renuncien a la violencia y consoliden la unidad de los pueblos", agregó.
Macri, al comenzar su pronunciamiento, había remarcado la importancia de la "historia común" que une a los argentinos con el pueblo boliviano.
El mandatario saliente de esta forma volvió a mantener la postura de evitar hablar de "Golpe de Estado" en Bolivia y calificar la situación como "crisis institucional".
Esta posición oficial volvió a desatar críticas del presidente electo, Alberto Fernández, quien cuestionó duramente al canciller Jorge Faurie, y de otros representantes de la oposición, mientras que dentro del propio oficialismo hubo dirigentes que se desmarcaron, sobre todos radicales y de la Coalición Cívica, que hablaron de "Golpe de Estado" en Bolivia.
En tanto, el Gobierno informó que está "atento" al impacto de la crisis boliviana en lo que se refiere al tránsito migratorio hacia la Argentina, aunque remarcó que por el momento no se reportó "ningún inconveniente" en los pasos fronterizos entre ambos países".