Una súper producción de anuarios

ANUARIO 2018 31 de diciembre de 2018 Por REDACCION
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No fue fácil este año que hoy termina. Para nadie. Entre los avatares de la crisis económica que comenzó a manifestarse de mayo en adelante con la suba del dólar y los problemas de inseguridad, transcurrió el año. Y llegamos al cambio del calendario sin soluciones a la vista: la economía está en medio del pantano. Al igual que la falta de seguridad. 
Cuando hace un año comenzaba enero, las expectativas eran positivas. El Gobierno había estimado una inflación en torno al 15 por ciento y pretendía que las negociaciones paritarias acuerden aumentos salariales en torno a ese porcentaje. Los indicadores de la actividad económica alimentaban las proyecciones alentadoras sobre el 2018. 
Sin embargo, una sequía inoportuna que provocó graves daños al campo, el motor productivo de la Argentina y generador de divisas, y un empeoramiento del escenario internacional revirtieron aquella buenaventura de inicios de año. Así las cosas, al Gobierno nacional y a todos los argentinos todo comenzó a ser cuesta arriba. Irrumpió la crisis cambiaria y como tantas veces en la historia debíamos seguir de lunes a viernes la cotización del dólar. ¿A cuánto cierra? Un indicador de la histeria nacional. Muchos interesados en hacer una diferencia en las operaciones, otros para atesorar dólares ante la devaluación del peso y miles para ver qué hacen en sus pymes cuando tienen insumos dolarizados. Porque cada salto del dólar se traduce en una mayor inflación general. 
La cuestión es que el dólar comenzó a menos de 20 pesos el año y lo termina haciéndole cosquillas a los 40, aunque durante lo peor de la fiebre cambiaria sobrepasó este último número. En ese contexto de no saber qué hacer y no tener posibilidades de acceder al crédito de los mercados por falta de confianza, la Argentina no tuvo más remedio que golpear las puertas del FMI para pedir nuevos préstamos para un país donde el déficit fiscal condiciona cualquier programa de crecimiento y desarrollo. 
Mientras el temblor no dejaba de sacudir al país, se deterioraron los indicadores económicos y sociales. El consumo se frenó y comenzó a caer, la recesión se tradujo en una caída de la actividad industrial y esta a su vez en la crisis del mercado laboral. Se destruyeron miles de puestos de trabajo, creció la desocupación y de la mano de esta también la pobreza. Al mismo tiempo, quienes se mantuvieron ocupados debieron resignarse a la pérdida del poder adquisitivo de su salario, lo que profundizó el derrumbe del consumo y más de lo mismo (un círculo para nada virtuoso). 
Con las manos atadas y sin demasiadas herramientas para aplicar políticas, el Gobierno palabras más palabras menos pidió rezar para salir de la adversidad y también sacrificios. Todo este esfuerzo reportará dividendos en el futuro -lo cual es incomprobable- afirma en tono de promesa para motivar. Quizás quienes exijan sacrificios tengan razón y la Argentina despegue para cumplir aquella profecía de que "estamos condenados al éxito". 
En este camino tal vez se inscribe el 2019 con su calendario electoral. El 16 de junio los santafesinos elegiremos gobernador y vice, legisladores provinciales, intendentes, concejales y presidentes comunales -antes, el 28 de abril, se define la grilla definitiva de candidatos mediante las elecciones primarias-. Además, habrá que votar si estamos o no de acuerdo con la reforma de la Constitución provincial. 
Ya en el segundo semestre, el país elegirá al próximo Presidente de la Nación -también a los legisladores nacionales-. Queda bastante pero ya se vislumbra en el horizonte: como los truenos que anticipan la llegada de la tormenta, en estos días aumenta el riesgo país a cuenta de la incertidumbre electoral (este indicador se dispara en la misma proporción que crecen las chances de que Cristina Kirchner pueda volver a presidir el Gobierno). 
Al zarandeo de la política no hay mucho por agregar de lo que se espera en materia económica. Puede haber una baja en la inflación y cierto respiro por los dólares de una buena cosecha, pero la recuperación puede ser lenta sin siquiera poder salir del terreno negativo. 
Planteado el escenario que dejamos en el 2018 y el que nos espera en el nuevo 2019, en este Anuario 2019 se rescatan los principales hechos que fueron noticias en las páginas de LA OPINION en los últimos 365 días. Se trata de un nuevo esfuerzo editorial de este Diario. La Portada está dedicada al Concejo Municipal donde 10 legisladores representan los intereses de 100 mil rafaelinos. En distintos momentos del año, el cuerpo legislativo fue noticia por h o por b. 
En esta entrega, la última del 2018, el lector también recibirá los anuarios con los asuntos de la Región y lo más trascendente en el ámbito de Deportes. 
En definitiva, hemos conseguido entregar nuevamente una súper edición para que recuerde lo más importante del año. Disfruten la lectura y tengan un Feliz 2019. 

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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