En noviembre, Mauricio Basso se lanza como candidato a intendente

Locales 28 de octubre de 2018 Por Pedro Ulman
Con 34 años, comenzó a recorrer la ciudad para presentarse y llevar el mensaje de Cambiemos. Si bien es hijo del reconocido industral José Luis Bassso, admite que debe acelerar su exposición pública para instalarse como opción. Por ahora evita las críticas directas a la gestión municipal aunque señala que las cosas se pueden hacer mejor. Apuesta a buenas propuestas y a un "equipo robusto".

Convencido de que Rafaela también puede cambiar, Mauricio Basso, confirmó su decisión de participar de las elecciones 2019 como precandidato a intendente. Enrolado en el PRO desde el 2014, sólo le resta definir qué día de la primera quincena de noviembre lanzará oficialmente su postulación dentro de Cambiemos.
"Mauri" -igual que el Presidente- es uno de los hijos del industrial José Luis Basso, una de las caras visibles de la empresa que fabrica las válvulas 3B. Su hermano, Martín, logró fama como piloto por su participación en carreras en Estados Unidos y en la Argentina, dentro del Súper TC2000.
- ¿Qué piensa tu familia de esta decisión de ser candidato a intendente?
- En mi familia se quieren morir, no me lo blanquean pero lo percibo. Me dejan pero no coinciden. Al menos por ahora.
"Estamos formando un equipo robusto, estamos trabajando en propuestas", aseguró este joven dirigente de 34 años que se incorporó a la política partidaria en 2014 cuando cursaba un posgrado -es abogado- en la Ciudad de Buenos Aires. En ese momento advertía los avances en materia de gestión que lograba el jefe de Gobierno en ese entonces, Mauricio Macri y le interesó, simplemente, participar. 
Cuando Volvió a Rafaela y se acercó al local del PRO, que en ese momento ya tenía dos concejales en Rafaela, Hugo Menossi y Raúl Lalo Bonino. "Con esta motivación de que había otra forma de hacer las cosas me incorporé al partido", cuenta. "De Buenos Aires pude ver que era importante gestionar bien y tener un equipo robusto para lograr los resultados esperados. Los avances como un mayor ordenamiento, los subtes a horario, el metrobus, la capacitación a la planta de personal, la despapelización, la nueva sede de Gobierno con una visión de siglo XXI explican en parte mi voluntad de iniciar un recorrido en la política. Mauricio Macri solía repetir que las cosas estaban mal culpa nuestra por quejarnos y no involucrarnos. Bueno, acá estoy", sostuvo.  
Si bien sus primeros tramos como militante fueron en "segundo plano", reconoce que un hecho le hicieron aumentar la apuesta para trabajar a favor del cambio. "La muerte del fiscal (Alberto) Nisman en enero de 2015 me hizo mucho ruido. Me hizo pensar y decidí tratar de ser parte del equipo que transforme a esta forma de gestionar liderada por Macri en una opción real para llegar a la Presidencia. En ese momento, no medía más de 10 puntos. Me sumé como voluntario en Buenos Aires. De tanto ir terminé ingresando al espacio cuando se generó una vacante", recuerda.
Tras la campaña presidencial y la victoria de Macri, se abrieron oportunidades para ocupar un cargo en el gobierno nacional. Le ofrecieron aquellos vinculados con las áreas de producción teniendo en cuenta su pertenencia a una familia del sector industrial. "Pensaba una vez logrado el objetivo de la victoria de Macri mi destino era volver a Rafaela y reinsertarme en el sector privado. Pero después de descartar varias alternativas me hicieron una propuesta que me interesó, hacerme cargo en la zona central del país de buscar expandir herramientas, como la tecnología y la transparencia, que modernizaron la gestión de la Ciudad de Buenos Aires en municipios y comunas del interior", resaltó Basso. 
"Participé del armado territorial de esa secretaría que dependía del Ministerio de Modernización del Estado a cargo de Andrés Ibarra. Lo interesante es haber llegado ahí por un laburo propio, y ser el primero en haber recorrido el territorio con esa función fue muy bueno, una gran experiencia. Visité, en el primer año, ocho provincias. Se amplió el equipo, lo que me permitió concentrarme en Córdoba y Santa Fe. Y en estas provincias me visité 245 municipios y comunas santafesinas y 135 cordobesas", señala de su anterior ocupación que abandonó en los últimos meses para volver a Rafaela. 
Con diálogo abierto con Menossi y Bonino, la semana pasada salió a timbrear junto a las concejales Marta Pascual y Carina Visintini para tener contacto con los vecinos. "Tengo que acelerar mi exposición para que los rafaelinos sepan que somos una opción para el año que viene", remarca. "Hay un gran desafío para aumentar la visibilidad, partimos mucho más atrás que otros candidatos", admite. Y aclara que "soy parte del equipo PRO de Rafaela, todos tenemos la firme decisión de trabajar juntos para que la ciudad cambie". 
- ¿Cómo observa a Rafaela?
- La ciudad está desacelerada en su crecimiento producto del momento de la economía. A nivel macro, hay una transición en marcha que no es nada fácil, tiene que ver con que los rafaelinos y todos los argentinos están haciendo un sacrificio para cambiar realmente las cosas en el país. Esperamos que los resultados lleguen lo antes posible y que sean para siempre. Es cierto que Rafaela siempre se caracterizó por ser una ciudad ordenada. Hay condiciones innatas de su gente. No es el intendente el que embala un queso de Williner o sube un colchón de Limansky a un camión. El valor agregado de la ciudad está en su gente. Debe multiplicarse y aprovecharse más. En administración municipal se pueden mejorar muchas cosas. Y nosotros queremos ser parte del cambio en la ciudad. A nivel gestión, se pueden hacer las cosas diferentes y mejor.

Pedro Ulman

Secretario Redacción. Diario La Opinión

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