Por Acosta Manuel - Pucheta Julián

Los días son siempre iguales de rutinarios, pero parece que los directivos de las instituciones no se ponen en el lugar de los adolescentes, por eso mantienen ese régimen y no buscan una alternativa que pueda motivar a los alumnos. Los cuales llevan parlantes, auriculares y demás dispositivos, que en la mayoría de los casos está mal visto por los equipo docentes.

¿Por qué les molesta? Si es una gran ayuda para el desarrollo escolar de todas las mañanas y les jugaría a favor a los profesores y al sistema educativo en sí. Lo recreos son más alegres, movidos y motivadores cuando suena alguna canción que está de moda. Los estudiantes no tienen sueño si escuchan una pista que les gusta, por eso entrarían a las aulas con ganas, facilitando de alguna manera la labor del docente.

Otra ventaja es la comodidad que sentirían los chicos, el entretenimiento y el aliento a que asistan todos los días, porque en realidad actúa como un gran incentivo para ellos. Además podría ser una actividad más para la escuela, es decir, se podrían hacer cargo los chicos de diversos cursos e ir rotando.

Los profesores muchas veces centran su enojo en los alumnos porque usan los auriculares, retándolos y a veces sancionándolos, pero lo que tienen que entender es que esos aparatitos lo ayudan en su clase y no le hacen mal a nadie. Pero ellos lo ven del lado más convencional y dicen que no prestan atención, que no los escuchan y que es una falta de respeto. Para mediar ante esta situación seria viable que su uso fuera aceptados en situaciones de examen, trabajo practico, es decir, en el trabajo individual.

Por otro lado, si el alumno, ¿no está bien emocionalmente o del mal humor y lo único que lo reanima es la música? ¿Por qué quieren prohibírselo? ¿Quieren verlo mal y que no participe? Hay que pensar antes de actuar y acercarnos un poco más al alumno.

El uso del auricular tiene que ser aprovechado como un instrumento de educación más, ante esto los profesores deben buscarle la vuelta al desarrollo de sus actividades y tratar de incorporarlos.

Los alumnos están imponiendo la música en las instituciones, pero con dispositivos individuales y sin autorización de los directivos. Ya es hora de que abran los ojos y se animen a implementar este modo de trabajo en sus respectivos edificios, es decir, solo falta la aprobación de los superiores y ver qué resultados se consiguen. La educación a nivel nacional debe elevar su nivel, ¿por qué no avanzar mediante la incorporación de  nuevos instrumentos tecnológicos?