¿Qué es una fanfarria?*

La Palabra 13 de agosto de 2016 Por None
por el Mayor Maestro de Banda Aníbal Ernesto Ramírez - Director Jefe de la Fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo “Gral. San Martín” (Buenos Aires)

Es una organización musical, básicamente. Puede llegar a compararse con una banda porque es parecido, pero es distinto. Porque la fanfarria no cuenta con la gama de las maderas, no tiene clarinetes, no tiene saxofones, no tiene flautas traveseras, no tiene flautín, no tiene oboe, no tiene corno inglés, no tiene corno, ni fagot o contrafagot. Como sí tienen la banda o la agrupación sinfónica del ejército. Porque la fanfarria debe tener instrumentos que se puedan manejar con una sola mano, la derecha, porque con la mano izquierda vamos a manejar las riendas del caballo. Con los demás instrumentos que no están sería engorroso y además peligroso al utilizar las dos manos y porque tienen boquilla que se introduce en la boca lo que lo haría peligroso si el caballo lo golpea y podría lastimar al ejecutante. Otro aspecto de la formación musical es el sonido que tiene como consecuencia de los instrumentos que la integran. La fanfarria tiene un sonido muy estridente porque tiene una primera fila de trompetas o de flicornos sopranos y también trombones, flicornos tenores y barítonos, bajos, contraltos, sopraninos, todos de metal. Eso hace que el sonido sea brillante y más fuerte, al no tener la amalgama de las maderas que dulcifican. En las bandas lo común es que tengan tres o cuatro trompetas, nosotros tenemos una fila de diez, doce, quince. Que superan la fila de quince clarinetes de una sinfónica.

¿Siempre una fanfarria es ecuestre?

En realidad, no. Tengo entendido que hay alrededor de diez fanfarrias montadas en el mundo, de las cuales nosotros tenemos dos en el país, aunque cumplimos servicios y formamos a pie. Montada es distinto, mucho más trabajoso, mucho más engorroso y tiene otro sonido porque asimismo los instrumentos son otros. Los instrumentos utilizados para montar son circulares, llamados tracolla o helicones, que se llevan puestos por razones de seguridad. Uno se mete dentro del instrumento y lo lleva colgado si bien es más pesado. Si el jinete no tiene demasiada experiencia está  muy preocupado por caerse, entonces el sonido pasa a ser secundario.

Objetivo y misión de la Fanfarria Alto Perú

No es un ente autárquico si bien es independiente en un montón de cuestiones, pero está sumada al movimiento que tiene el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. La misión fundamental del Regimiento es brindar seguridad a la figura del presidente tanto en Casa de Gobierno como en la residencia presidencial de Olivos, y la otra -que no es subsidiaria sino fundamental- es atender a todo lo que se refiere al ceremonial de Estado relacionada con el Presidente y con todas las visitas al país de primeros ministros, presidentes, gobernadores, reyes, primeras figuras del ámbito mundial venidas al país. Y cuando el Presidente se mueve en fechas patrias la fanfarria lo acompaña como la organización musical militar del Presidente porque el Regimiento es escolta presidencial así como el Regimiento de Patricios es escolta del Jefe de Estado Mayor y el Regimiento de Artillería Uno es escolta del Ministro de Defensa.

El repertorio que aborda

Tenemos cuestiones reglamentarias que determinan lo que debemos ejecutar. Las bandas o fanfarrias militares argentinas tienen un repertorio obligado que son todas las marchas  militares para rendición de honores. Cada figura del ámbito nacional desde el Presidente pasando por el Jefe de Estado Mayor, el Ministro de Defensa, le corresponde un toque y una marcha determinada. Todas esas marchas tenemos la obligación de conocerlas y de tocarlas de memoria, eso está reglamentado, si bien a veces se toca con una libreta como para que la ejecución sea mejor. Así también como el Himno Nacional Argentino, Aurora, la Oración General Belgrano. Y además, muchas marchas militares que si bien no están regladas las tenemos en el repertorio. Debemos estar en capacidad también de interpretar música popular -de carácter folklórico sobre todo- y música clásica ligera. Esto por la formación que tiene la fanfarria que no se puede comparar con la ductilidad que tienen los instrumentos de las agrupaciones sinfónicas. También está en la habilidad del director en elegir cuestiones que sean simples pero que se note lo fuerte y lo piano.

En cuanto a los caballos. ¿Cómo es el trabajo?

La idea es que cada uno tenga asignado un animal porque esto hace a la confianza que va a tener el jinete sobre el caballo. Porque el músico militar no tiene instrucción montada en ningún lugar a menos que llegue al Regimiento de Granaderos, y contar a veces con la suerte de que llegue algún músico que alguna vez haya montado en su vida.

Adaptación del animal cuando se encuentra con su jinete por primera vez y escucha el sonido del instrumento

Acá habitualmente los que cambian de lugar son los músicos, los caballos vienen asignados al Regimiento y siempre nos movemos aproximadamente con la  misma cantidad de ganado. El tema es cuando llega un caballo nuevo, no cuando llega un músico nuevo. El músico que se fue dejó un caballo en diciembre montándolo, cuando ingresa quien viene en febrero, el caballo ya fue montado, el tema es que se acomode a ese determinado caballo.

¿La raza de esos animales lo permite además?

De acuerdo a mi experiencia lo que puedo apreciar es que el caballo se adapta o no, que hay razas propensas a adaptarse es probable. Eso va en el espíritu del caballo. Si es un caballo entero como dicen en el campo, si es un padrillo, en el Regimiento no se montan padrillos, porque el caballo entero es mucho más temperamental porque no puede estar donde hay una yegua en celo porque se volvería indominable. Entonces se trabaja con animales castrados. Llegan al Regimiento mansos, nunca se incorporan potros. Quien provee caballos al Ejercito es la Dirección de Remonte y Veterinaria que es un área específica de la caballería que funciona en el Campo Argentino de Polo. Si bien hay caballos que no son tan dóciles, se los da a los jinetes que son más avezados.

Vemos que el pelaje de los caballos timbaleros es oscuro a diferencia de los demás de la Fanfarria. ¿Cómo los preparan para asistir a un acto?

El caso del timbalero es muy particular. Son zainos y de contextura mayor porque llevan el peso de los armazones y los timbales. Generalmente el animal se adapta al sonido de la Fanfarria. Mi experiencia me dice que cuando salimos a un lugar donde es complicada la seguridad como la apertura de las sesiones del Congreso, se junta muchísima gente, hay bombos, hay globos, hay papelitos, mucho ruido. Al caballo no solamente le asusta el ruido sino también lo asusta el movimiento, un globo, un papel en el piso que se levante. Así esté acostumbrado a estar entre la gente, así se le pongan algodones en las orejas como habitualmente hacemos. En el momento de mayor tensión, tocar con la Fanfarria hace que el caballo tenga más confianza. Se tranquiliza muchísimo, y también el jinete.

*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Aníbal Enrique Ramírez

Granas veras

Fidelidad

El encargado de la caballería del Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín” de Palermo, en rueda de mate mañanero con el Segundo Jefe del cuerpo y el Director de la Fanfarria Alto Perú, nos relataba que en una ocasión uno de los equinos estaba lastimado en una pata, lo que no le permitía casi movilizarse, por ello estaba fuera de servicio esos días. Pero una jornada la Fanfarria debía desfilar en un acto y los granaderos estaban preparando sus caballos. Cuando empezaron a ocupar sus lugares en la formación de rutina, el caballo enfermo se arrastró como pudo con todo el esfuerzo posible y al ver que sus compañeros de ruta se aprestaban a marchar fuera del Regimiento, él hizo hasta que fue acomodándose y ocupó el lugar que siempre tuvo en el escuadrón. No podía resistirse a tener que quedarse solo cuando los demás se iban. Por supuesto que no se lo permitieron para preservar su salud y que pudiera recuperarse lo más pronto posible.

Chupete

Un caballo del Regimiento puede brindar sus servicios algo más de dos décadas, uno de ellos allá por los últimos tiempos del siglo pasado lo hizo durante treinta años y en algún momento de su vejez lo liberaron en el campo del Regimiento para que deambule por donde quiera y fue pasado a retiro con el grado simbólico de Suboficial Principal. Fue decayendo la salud de Chupete, que así lo llamaban, y tenía muchas caídas diarias lo que complicaba sostenerse en pie. Asimismo un día se desplomó en un espacio verde del jardín histórico y no se levantó más por lo que ordenaron sacrificarlo. Su jinete fue testigo en la despedida del animal decano de la Fanfarria. Es en ese lugar donde se lo sepultó, que una placa reza: “Aquí descansan los restos del caballo “Chupete”, último exponente de la raza Orloff que prestara servicios en esta Unidad durante 30 años ininterrumpidos como timbalero”.

Reforzado

Los caballos que montan los integrantes de la Fanfarria son de pelaje claro -tordillo- y contextura física parecida, lo que da una estética uniforme al grupo. Pero sin embargo, hay algunos animales que tienen otro pelaje y son de porte más robusto, debido a que se trata de los que llevan un armazón donde se ubican timbales a ambos lados, además del granadero músico percusionista, lo que resulta un peso adicional al de los demás equinos y que deben soportar estos zainos oscuros.

Siempre activos

A los caballos tienen que hacerlos caminar y moverse todos los días para evitar cólicos y otros inconvenientes en su salud, sean sus propios jinetes o el personal que cuida de ellos los fines de semana cuando no tienen actividad fuera del regimiento. Mientras conversábamos con el Director de la Fanfarria, se escuchaban los cascos que repicaban sobre las calles interiores del cuartel cada vez que pasaban los variadores montados cumpliendo con ese propósito frente a la ventana de la oficina.

Ellas y ellos

El cuerpo montado de granaderos tiene en sus diversas formaciones, caballos y yeguas. Por eso en el caso de los primeros nunca son padrillos (es decir entero, que no ha sido castrado) sino capones. De esa manera se evitan los inconvenientes que pudieran sucederse en casos en los que las segundas estuvieran en celo en pleno desfile, acto protocolar o demás funciones de ceremonial. De esta manera reina la paz entre ambos sexos.

Raúl Vigini

[email protected]

Boletín de noticias