SUNCHALES .- En la ciudad toda resuenan aún los ecos del magnífico recital ofrecido por Jorge Rojas.
La propuesta, nacida de Prevención salud, en virtud de celebrar sus sesenta mil asociados, tuvo una convocatoria multitudinaria que congregó a más de 5.000 almas. El encuentro de carácter libre y gratuito colmó la plaza Libertad en su confluencia con Av. Independencia y las primeras cuadras de esa arteria.
Todo comenzó al atardecer con la presentación de dos reconocidos grupos locales Canto por dos y Los Sunchaleros, cerrando la presentación local unas coreografías de Mangueira -en un anticipo de los próximos carnavales-.
Al finalizar estas actuaciones el público ya no aguantaba la expectativa por ver a su ídolo en el escenario y lo hacía saber con cánticos reclamando su presencia.
Indudablemente la presentación de este intérprete genera adhesiones que van mucho más allá de la admiración, ya que evidencian una incondicionalidad tal que provoca que las "rojeras" -como ellas se denominan- viajen cientos de kilómetros para presenciar un recital y alentar al ídolo, en este espectáculo participó un grupo que venía desde Buenos Aires, pero se notaba firme presencia desde distintas poblaciones de toda la región, grupos que portando carteles interactuaron con el artista.
El espectáculo ofrecido fue realmente impactante, un excelente grupo de músicos acompañó al intérprete, como así un magnífico cuerpo de baile que se lució a lo largo de todo el show.
Con generosidad, Jorge Rojas, permitió el especial lucimiento de sus hermanos Lucio y Alfredo, que hacen coros, pero que cantando junto a él tuvieron preponderante actuación.
Dos momentos tuvieron especial significación, en uno de ellos, el cantante, en un alto de su actuación agradeció al Grupo Sancor Seguros por convocarlo, por acompañarlo durante todos estos años -desde que comenzó su carrera como solista- y especialmente por todo el aporte que hace a la obra que lleva adelante en el Chaco salteño, en este punto destacó que una de las cosas que tienen mayormente en cuenta es tratar de lograr la educación de los chicos de esa zona tan postergada, y puso de relieve, con satisfacción, logros que están alcanzando, como por ejemplo "Tobita " Toledo, que esa noche era uno de sus músicos, y que está por graduarse en la Universidad de Córdoba, y en otro pasaje, una nena rafaelina, Celina, ascendió al escenario y cantó a dúo con el intérprete.
Sin lugar a dudas este espectáculo será tema de conversación por mucho tiempo y permanecerá en la memoria de quienes lo vivenciaron.