Perdimos otra final contra Alemania

ANUARIO 2014 31 de diciembre de 2014 Por REDACCION
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Si decimos que Alemania fue un justo vencedor de la final de la Copa del Mundo de Brasil (se repitió la historia de Italia 90) no faltamos a la verdad.
Ganó Alemania porque aprovechó la única que tuvo. Perdió Argentina porque falló en ataque, como en gran parte de la Copa, sumado a la ausencia de Tévez no convocado por el técnico Sabella.
El equipo de Joachim Löw desplegó su fútbol en el Maracaná y se impuso por la mínima diferencia a la Selección Argentina, completando un Mundial casi sin fisuras. No obstante, el destino del partido podría haber sido otro.
Argentina salió a jugar de igual a igual. Se paró sobre su campo, pero siempre trató de presionar sobre la línea media y se prodigó para doblar la marca de cualquier alemán que sobrepase la zona de los volantes. Salió a protegerse, como era de esperar y como era aconsejable. Pero no metió todo el equipo en su área ni mucho menos. Y cuando recobró el balón salió presuroso al ataque para acompañar a Messi e Higuaín.
Tan bien despegó que tuvo las chances más claras para anotar, una por cada tiempo. En el primero, cuando Alemania apretaba y parecía que lo empezaba a ganar por decantación, Kroos, confiado, cabeceó atrás y lo dejó al “Pipita” solo con Neuer. El delantero aceleró porque lo “comía” Hummels pero pudo quedar mano a mano y en lugar de abrirse a la definición se cegó y pateó afuera.
Más allá de esta situación, la tónica del partido no cambió casi nunca. Alemania manejó mayormente la pelota y atacó. Con Lahm por derecha y con el ingresado Schürrle por izquierda, buscando profundidad, con Ozil maniobrando por el medio tratando de generar alguna bola en cortada, con Kross llegando desde atrás para quebrar el cerrojo argentino.
A todo esto, y gracias a la eficiencia de la zaga nacional, Klose y Muller, que por momentos jugó de “7”, tuvieron pocos espacios y no pesaron. Argentina nunca dejó de exponer sus intenciones de respuesta. Pero si no fue por contraataque, le costó llegar hasta el área de enfrente.
Para el complemento Sabella salió a arriesgar. Sacó a Lavezzi, que venía jugando un buen partido y metió a Agüero, que volvió a defraudar. Quedó parado 4-3-1-2, con Messi de enlace, y le dio resultado en los primeros 20. Allí Argentina se paró en el centro del ring y pareció dominar la escena. En ese panorama Argentina pudo ponerse en ganancia, 2 veces. En la primera no pudo por error propio, Messi quedó mano a mano, pero cerrado y con perfil incómodo. Igual le dio cruzado, de zurda, pero con el efecto hacia afuera y la bola saludó el palo. En la otra se lo impidió el juez Rizzoli, de mala tarea. Neuer salió lejos y se llevó puesto a Higuaín, golpeándolo salvajemente en su cabeza. Era penal y expulsión en todos lados, menos en esta Copa del Mundo, en la que abundaron los arbitrajes “flojos”.
Fuimos al alargue, sabiendo que Argentina estaba en desventaja por el trajín de unos y otros. Así y todo el desarrollo fue el mismo y, al igual que en los períodos anteriores, el equipo de Sabella pudo marcar. Rojo metió un pelotazo cruzado, Hummels falló increíblemente y por detrás de todos apareció Palacio. Rodrigo controló de manera incompleta, la bola quedó unos centímetros larga y eso lo hizo decidir mal. Tiró un globo, Neuer achicó bien y se terminó yendo afuera. 3 goles desperdiciados, demasiada ventaja.
Cuando el trámite parecía controlado, pero con Alemania sin dejar de avanzar, ocurrió la única grieta en el fondo argentino y allí la Copa tuvo dueño. Schürrle encaró como “11” y metió un centro para Göetze, que aprovechó que Demichelis y Garay quedaron muy separados por única vez y definió de zurda.
Quedó poco tiempo, solamente un tiro libre de un Messi desconocido permitió la esperanza, pero Lio la tiró a cualquier parte. 

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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