En el mes de abril se dio a conocer una noticia vinculada a la inseguridad, donde ni los muertos parecen quedar a salvo de este problema.
La ausencia de placas de bronce en el panteones del Cementerio Municipal llamó la atención de un grupo de vecinos y el tema rápidamente ganó lugar en la opinión pública.  
Oficialmente se totalizaron el robo de unas 20 placas, como así también la rotura de la cerradura en un panteón cercano. Esto se suma también a lo ocurrido en el cementerio Colonial -pegado al Municipal- del que se llevaron 12 placas.
Lo que se estima es que estas placas son fundidas para no reconocer los apellidos para luego ser vendidas en el mercado "negro" de nuestra ciudad y de la región.
En este contexto quedó en evidencia que el Cementerio Municipal cuenta con insuficiente vigilancia diurna y nocturna. De día hay un empleado municipal y otro contratado de seguridad privada, y por la noche queda uno solo privado para cuidar un lugar de grandes dimensiones espaciales, sumado a la falta de iluminación y cámaras de seguridad.
Con el correr de los días se darían a conocer algunos anuncios vinculados a mejorar las condiciones de seguridad del predio, algo que todavía está pendiente de concretarse.