Una repavimentación necesaria para el "Templo de la Velocidad"

DEPORTIVA 2014 31 de diciembre de 2014 Por REDACCION
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En el Anuario Deportivo 2013 y bajo el título "Se hará la repavimentación del autódromo Ciudad de Rafaela", hacíamos mención a la imperiosa necesidad de realizar esa obra para que las categorías nacionales puedan seguir compitiendo en el tradicional "Templo de la Velocidad".
En ese sentido, habían sido contundentes las autoridades de la Asociación Corredores Turismo Carretera, quienes dejaron un claro mensaje a la dirigencia del Club Atlético: "en las actuales condiciones no volvemos a competir en Rafaela".
El 13 de noviembre del año pasado expresamos, a modo de anticipo en una extensa nota: "Suscribirían un convenio para la repavimentación del autódromo". Después, se sucedieron otros comentarios y entrevistas en las páginas de LA OPINION.
Hicimos referencia, en reiteradas oportunidades, a los avances de las gestiones, que permitieron suscribir un convenio, el 29 de noviembre de 2013, entre la Municipalidad de Rafaela y la Dirección Nacional de Vialidad, organismo este último que se comprometió a destinar la suma de casi 10 millones de pesos para que la obra se ejecute durante el transcurso del año 2014.
Luego de la aprobación del Concejo Municipal, se cumplió el siguiente paso, consistente en el llamado a licitación, que se efectuó mediante decreto, por lo que las empresas interesadas pudieron retirar los correspondientes pliegos en la Dirección de Compras de la Municipalidad de Rafaela.
Tras esta instancia, se procedió a la apertura de sobres, el 28 de febrero, una fecha que no se determinó de manera caprichosa, sino por ser muy cara a los sentimientos de la ciudad, porque ese día, en 1971, se disputaron las 300 Indy, una carrera irrepetible en el circuito más veloz de Sudamérica.
El presupuesto oficial de la obra se fijó en $ 9.988.458,50 y estas fueron las cuatro ofertadas: Ponce Construcciones S.R.L. $ 11.188.789,17; INAR VIAL S.A. (ambas de Santa Fe), $ 11.728.116,17; Pablo Néstor Foschiatti (Avellaneda, Santa Fe), $ 11.310.205,60 y Luis Losi S.A. (Paraná, Entre Ríos), $ 9.912.104,19.
La adjudicataria fue esta última, que inició los trabajos en la primera semana de junio con el sellado de fisuras y grietas, dándole continuidad a la tarea que previamente había realizado el municipio con el movimiento de suelo y diseño preliminar de la nueva chicana ubicada en la recta principal.
Para ejecutar la obra de repavimentación se utilizó una máquina Vögele Súper 1900-2 de origen alemán y única en el país con una plancha de nueve metros, que permitió completar el ancho de la carpeta asfáltica, de 18 metros, en solamente dos pasadas, al tiempo que realiza, en forma simultánea, las tareas de estabilizado y asfaltado.
Teniendo en cuenta que el avance de obra estuvo en el orden de los 700 metros por día y que se trabajó con muy pocas interrupciones, el óvalo se completó en los últimos días de junio, para finalizarse lo convenido poco después, con la repavimentación de la variante que por sugerencia de los pilotos debió efectuarse en la chicana uno.
De esa manera, sólo restarían los "pianitos" y las marcaciones en la pista, que se realizaron en pocos días. También se pintaron los paredones externos del circuito y se construyó un nuevo playón en el acceso al sector de boxes, para que nada pueda impedir el esperado regreso de la categoría más popular del automovilismo nacional.
La inauguración oficial del repavimento, con el tradicional corte de cintas, se realizó el domingo 31 de agosto, con la participación de autoridades nacionales y municipales, funcionarios y dirigentes de la ACTC y Atlético.
El diputado nacional Omar Perotti -tuvo una decisiva participación en las gestiones- y el intendente municipal Luis Castellano -alentó desde el inicio la realización de la obra- encabezaron la ceremonia, de la que también participaron Daniel Ricotti (presidente del Concejo Municipal), Hugo Mazzaccane (máxima autoridad de la ACTC), Ero Borgogno y otros dirigentes de Atlético.
La historia del automovilismo rafaelino no podía verse interrumpida por el deterioro de su emblemático circuito. Así lo entendieron quienes llevaron adelante una gestión que luego de varios meses se vio reflejada en la ejecución de una obra tan relevante como impostergable. La que reclamaba, para seguir vibrando, nuestro "Templo de la Velocidad".

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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