Fue un periódico de aparición quincenal (tamaño sábana), de 4 páginas, que se presentaba como “Un vigía de la democracia” y órgano de la Juventud Demócrata Progresista. Su director fue Mario Verdú y jugó un papel innovador en las elecciones del año 1958 como elemento de comunicación partidario, aunque los resultados no fueron lo esperado.