Querido Raúl

Por REDACCION

Sr. Director:

Nos hubiera gustado mucho estar en tu despedida y acompañar a tu familia, amigas y amigos y a todas las personas que te quieren, que seguro son muchas, y poder decirte adiós todos juntos con todo el cariño que te merecés.
Hace pocas semanas que estabas con nosotros en Madrid y tuvimos la oportunidad de volver a compartir buenas conversaciones, experiencias, recordar lo vivido y planificar lo futuro, siempre en torno a una buena botella de vino y con una mejor sobremesa, tal y como hemos venido haciendo durante estos últimos años, sobre todo desde que tenías habitación propia en nuestra casa, en tu casa. Por todo ello, gracias.
Cierto es que las últimas cirugías, tus problemas médicos y sobre todo la marcha de nuestro querido y común amigo Julio Storero “Tato” te traían como tú decías “un poco podrido”, pero nos alegraba mucho ver como recuperabas la energía y el buen humor. Madrid siempre te hizo mucho bien.
El buen humor fue el factor común de tantos kilómetros realizados juntos, por Europa, (Italia, Francia, Croacia…), por Argentina, (de Mendoza a Purmamarca, de Rafaela a Iguazú…), y por supuesto por España.
En todos los lugares que estuvimos pudimos disfrutar de tu manera de vivir la vida y es que siempre fuiste, - en el mejor de los sentidos de la palabra – un vividor muy contagioso con alma de loco. Creemos que ese es tu gran legado y por eso, una vez más, gracias.
Recordamos con mucho cariño cuando en el Piamonte te hiciste pasar por el heredero del imperio económico “Nutella”, que recién había fallecido y se apellidaba igual que tú. ¡Madre mía! Todas las noches eran un gran quilombo…
O cuando nos contabas la historia de dos hermanos gemelos, que uno era idéntico al otro y el otro nada que ver…O cuando decías: “Dios mío, dame paciencia ¡Ya!”. 
O las mil anécdotas y situaciones ocurridas en aquel increíble viaje que hiciste cuando te recibiste, o cuando colgaste el título de abogado encima del inodoro… en fin, tantas cosas divertidas que sería imposible reseñarlas todas. Hubieras sido un magnífico guionista de Les Luthiers. 
Imposible olvidar las cenas en el Cascote. Es muy difícil encontrar una complicidad e implicación tan estrecha entre una persona y un local. El Cascote ha sido una gran parte de tu vida, también de Rafaela, a la que pusiste en el mapa gastronómico. Tu preocupación, tu obsesión y tu dedicación. Ahí volcaste conocimiento, buen gusto y detalle y lo dejaste para el disfrute propio y de los demás. Ese también es parte de tu legado y de nuevo, gracias de corazón.
Querido Raúl, ten por seguro que te recordaremos con mucho cariño y alegría y nos volveremos a reír una y otra vez contando tus locuras.
Echaremos de menos escuchar contigo a Edmundo Rivero cantando “Sur” y escuchar la “Milonga del Ángel” de Piazzola, pero esos momentos compartidos ya están en nuestro inventario vital. Fueron regalos que te agradecemos.
Nos quedaron algunas cuestiones y recetas pendientes, pero seguro entenderás que no nos apremie.
¡Buen viaje mi viejo, y por favor, saluda a Tato!

Pepe y Pepa
Madrid, 3 de agosto 2023

Nota de la Redacción: Es una Carta de despedida de Pepe y Pepa, los amigos de España de Raúl Ferrero, quien falleció el miércoles en esta ciudad, tal como reflejó LA OPINIÓN en su edición de ayer. Pepe es José Sánchez y Pepa, María José Sánchez.