Por REDACCION
Este moderno hatchback compacto tiene un nombre muy recordado por los argentinos, pero su estructura, con esta silueta, es totalmente diferente a todos los Polo conocidos hasta su reaparición en nuestro mercado, a principios de 2018.
Construido sobre la nueva plataforma modular MQB, las versiones que se comercializan desde el principio tienen básicamente, como aspectos destacables, las suspensiones y el amplio espacio interior, entre otros.
Pero el modelo estaba en deuda con una motorización más moderna (por lo menos, en la gama más alta), sobre todo teniendo en cuenta la existencia del reconocido 1.4 TSi que equipa a varios exponentes de la marca, como el Golf VII y el Vento, los cuales, dicho sea de paso, con la aparición del Polo GTS sufrieron un reacomodamiento en la gama.
Así, Volkswagen salda en cierta manera (porque sólo viene con una versión automática), una deuda para un modelo que suele estar bastante arriba en el ranking de los vehículos más patentados de la Argentina.
POLO GTS, DEPORTIVO
EMBELLECIDO
El emblema GTS implica la incorporación de elementos diferenciadores, tanto en el interior como el exterior, que vienen a romper de algún modo la sobriedad del modelo.
Ya desde afuera se advierten agregados importantes: de frente se destacan los faros full led que visualmente se conectan entre sí a través de una sutil línea roja, acompañando una parrilla con diseño tipo colmena que aloja la sigla que define a esta versión.
De perfil vuelve a aparecer la inscripción GTS y sobresalen las llantas de diseño específico de 18 pulgadas y los espejos decorados con un tono negro brillante, uno de los seis colores disponibles en esta versión. Atrás, los principales signos de deportividad se evidencian en el alerón pintado también en negro brillante, y la doble salida del caño de escape.
Adentro -donde los tonos negros están presentes hasta en el techo-, se destacan las butacas deportivas de cuero, con bordados en rojo y la inscripción GTS a la altura de los hombros. Las líneas rojas también rodean las salidas laterales delanteras de aire y la base de la selectora.
Como en todas las versiones, el interior cuenta con una gran pantalla táctil, un moderno tablero ciento por ciento digital que permite recabar una gran variedad de información.
ESPACIO HABITABLE
Con 4.057 mm de largo y una distancia entre ejes de 2.565 mm, el interior es uno de los más amplios del segmento, aunque no llega a ser el referente en este sentido, porque atrás el espacio para las piernas es un poco justo.
De todos modos, de ninguna manera puede ser considerado incómodo, salvo la plaza central, que siempre sale desfavorecida. Para bien de los pasajeros traseros, cuenta con salidas de aire en el centro.
Las butacas delanteras tienen forma deportiva, y el conductor puede lograr –siempre a través de comandos manuales-, una postura que va desde una posición muy baja hasta una altura normal, movimientos que se suman a las regulaciones del volante en altura y profundidad.
El baúl tiene 300 litros de capacidad, apropiados para un compacto de su tamaño. Adentro, debajo del piso, se aloja la rueda de auxilio que, desafortunadamente, es de uso temporal.
LA MECÁNICA ESPERADA
El elogiado turbo 1.4 TSi es el motor que muchos esperaban para este modelo y otros modernos compactos de la marca, como el SUV T-Cross, que todavía lo sigue adeudando, aunque los directivos de la marca aseguraron que el año que viene el modelo equipará un 1.0 TSi de tres cilindros y 116 CV, que en su país de origen actualmente también impulsa al Polo.
Con 150 CV, el GTS es el más potente del segmento, seguido por los 145 CV del 2.0 del Renault Sandero R.S.
El Polo cuenta con diferentes modos de configuración que van desde el más conservador ECO hasta el Sport, pasando por el Normal y el Individual. El modo Sport es el que engalana la versión, con un notable incremento del sonido, además de un mapeo electrónico que lo vuelve más picante.
El GTS está acompañado exclusivamente por una caja Tiptronic de seis velocidades con comando por levas al volante. Si bien su respuesta no es tan inmediata como las de doble embrague y tampoco tiene la reacción de una caja manual (que nos hubiese gustado que incorporara), su comportamiento es bastante adecuado, sintiéndose muy cómoda entre las 1.500 y 3.000 vueltas, mientras que a 130 km/h viaja a unos descansados 2.200 rpm
Así, con una partida detenida sin muchos "alboroto", con una unidad recién sacada de fábrica logramos una aceleración hasta los 100 km/h en 8,9 segundos, contra los 8,4 que anuncia la marca. En tanto, alcanza una velocidad máxima de 207,5 km/h (Volkswagen Argentina informa 207 km/h), y la elasticidad de 80 a 120 km/h es de unos cortos 6,2 segundos.
Saliendo del modo Sport de las pruebas y pasando al ECO para evaluar el consumo, nos encontramos con que en ciudad rinde unos 12 km/l, mientras que en la ruta, a 90 y 120 km/h, registró unos elogiables 20,4 km/l y 15,2 km/l, respectivamente.
POLO GTS ¿CÓMO SE
COMPORTA EN RUTA?
Vale destacar que esta versión recibió algunos ajustes en el esquema de suspensión. En líneas generales, se lo nota más duro que en las variantes estándares.
Esto va acompañado de una notable diferencia en cuanto al perfil de los neumáticos, situación que lo lleva a andar con mucha firmeza a altas velocidades y responder muy bien en las curvas, a pesar de que atrás sigue contando con la alternativa básica del eje de torsión.
Todo esto se traduce en un andar en ciudad o por caminos desparejos que les duele un poco a los ocupantes, ya sea por los rebotes o por la sensación de que las cubiertas están expuestas a la rotura si en algunas situaciones no se circula con extremo cuidado.
ALGO DIFERENTE
Gracias sobre todo a su moderna y robusta estructura, el modelo es merecedor de la máxima calificación en seguridad (cinco estrellas) por parte de la Latin NCAP. En ese mismo sentido, se destacan el control de estabilidad, los anclajes Isofix, el asistente de arranque en pendientes, el indicador de presión de los neumáticos y los sensores de estacionamiento delanteros y traseros, entre otros.
Los cuatro airbags parecerían suficientes, pero por tratarse del tope de gama, esta versión (y por qué no, las Highline) merece un par de bolsas de aire más. Tampoco cuenta con luces para la niebla traseras.
A diferencia de las otras alternativas, en materia de frenado el GTS cuenta con frenos a disco en las ruedas traseras. De todos modos, las distancias de frenado fueron correctas, aunque podrían ser mejores tratándose de un deportivo.
Por ejemplo, para detenerse por completo desde los 100 km/h recorrió 45,3 metros, mientras que el Polo 1.6 que probamos en marzo de 2018 (edición 473), y que pesa alrededor de 100 kg menos, lo hizo en 42,6 metros. (Fuente: Parabrisas.Perfil.com)
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