Por REDACCION
No hay muchos coches con motor de combustión interna con un millón de kilómetros a sus espaldas. Y menos aún coches eléctricos. De hecho, al día de hoy solo existe un modelo eléctrico con ese récord. Se trata de un Tesla Model S P85 que su dueño, Hansjörg Gemmingen, compró de segunda mano con 30.000 km en 2014. El pasado mes de julio, su coche ya tenía más de 900.000 km y este 28 de noviembre, alcanzó la cifra de un millón de km recorridos.
La mayoría del público considera que un coche con cerca de 300.000 km son ya demasiados kilómetros para un automóvil. Pero por otra parte, si un coche ha recorrido medio millón de km o un millón de km, es también una muestra de la calidad del coche y de su correcto mantenimiento.
El caso de Hansjörg Gemmingen y su Model S es indicador de como puede ser la fiabilidad de los componentes más críticos en un coche eléctrico. A saber, la batería -primordial-, el o los motores y el ordenador central. Si falla uno de esos tres componentes, el coche eléctrico es una maqueta a escala muy muy cara. Y si es la batería la que falla, puede significar la muerte de ese coche, habida cuenta que en ocasiones podría ser más cara una batería nueva que el valor del coche.
LA IMPORTANCIA DE
UN CORRECTO USO
En términos de mantenimiento, Hansjörg solo tuvo que cambiar las pastillas de freno una vez y en otra ocasión cambiar los discos de frenos. Pero eso no significa que el coche no estuviera exento de problemas. De hecho, Hansjörg se gastó un total de 13.000 euros en estos cinco años en arreglar diversos elementos del coche que estaban fuera de garantía, entre ellos, 3.100 euros por la pantalla y el ordenador central.
Por suerte, los cambios más importantes se hicieron bajo garantía. Hubo un primer cambio de motor con 40.000 km y un segundo cambio de motor con 320.000 km. La batería de 85 kWh dijo basta con 290.000 km y se cambió en garantía por una nueva. Y es la que lleva actualmente en el coche con más de 700.000 km.
Al igual que ocurre con los coches con motor de combustión interna, si se usa con cuidado no deberían dar problemas. Así, Hansjörg explica que procura no ir a velocidades elevadas para evitar que la batería se caliente y que procura que nunca baje del 20 % de carga ni supere el 80 % de carga. Algo que también explicaba Arthur Driessen, dueño del primer Tesla Model 3 en superar las 100.000 millas (160.000 km)
OTRO TESLA SUPERO
LOS 160.000 KM
Muchos son los coches con varios récords de kilometraje. A menudo son obra de taxis con varios años de servicio, pero en el caso de particulares no es tan habitual. Y menos aún en el caso de un coche eléctrico.
Sin embargo, en el caso de un coche eléctrico, es algo particularmente relevante para así conocer la degradación de la batería a lo largo del tiempo. Algo que se conoce únicamente en teoría, con muy pocos casos reales.
En el caso de Tesla, tenemos un Model 3 que acaba de alcanzar la barrera de las 100.000 millas (160.000 km).
Arthur Driessen es uno de los pocos clientes de un Tesla Model 3 en superar los 160.000 km al volante de su coche eléctrico. Tiene su periplo perfectamente documentado en Twitter y en su blog personal. En una entrevista con Electrek resumen su experiencia en términos de mantenimiento con su Model 3 Gran Autonomía como muy positiva, pues el principal gasto han sido los cambios de neumáticos, que se efectúan cada 40.000 km aproximadamente.
Sin embargo, el elemento más interesante es el hábito de recarga de las baterías de su coche. Y es que Driessen vive en un piso en Los Angeles sin posibilidad de cargar el coche en casa. Así, las recargas se han efectuado exclusivamente mediante cargas en destino y Supercargadores de Tesla, tanto en su área como en los numerosos viajes que ha realizado con su coche.
Eso sí, admite que procura no bajar del 10 % de autonomía -solo lo ha hecho en un par de ocasiones-. Tampoco deja el coche enchufado cuando este ha terminado de cargar y si sabe que habrá otro supercargador cerca, no carga a más del 60 % de la capacidad de la batería.
Y después de tantos kilómetros y ciclos de carga rápida, la batería de su Model 3 parece aguantar bastante bien. Driessen considera que su batería perdió tan solo un 2,5 % de su capacidad. Cuando compró el coche -nuevo-, la autonomía era de 310 millas (499 km) y ahora varía entre 302 y 308 millas (486 y 495 km).
IMPORTANCIA DE LA VIDA
ÚTIL DE UNA BATERÍA
No es el único usuario de Tesla asiduo a los supercargadores de la marca. Otro ejemplo, lo tenemos en el sur de Francia donde un conductor de VTC -con su propia compañía- ha superado ya los 300.000 km con un Model S.
Cuando la red de Supercargadores no estaba tan desarrollada como lo está ahora en Francia, el buen hombre cargaba hasta tres veces por día en los Supercargadores Tesla para poder realizar los trayectos. Al final, la pérdida en autonomía es según él de unos 55 km.
El próximo reto de Tesla, ya que ha demostrado que sus coches tienen una autonomía más que suficiente asociada a la red de Supercargadores es asegurar la longevidad de las baterías. Y es que en un eléctrico, la degradación de una batería o su falta de degradación es el elemento más determinante en el valor residual de un coche eléctrico.
Nadie compraría un Tesla con poca autonomía, o en todo caso su precio en el mercado de segunda mano sería bastante bajo con respecto al precio del modelo cuando salió de fábrica. Y el valor de sus coches en el mercado de ocasión para un fabricante premium es tan importante como el precio nuevo.
Contribuye al prestigio de la marca, a vender coches nuevos (pues el cliente se asegura un un valor residual) y a mantener precio altos en los coches que la marca recupera tras las operaciones alquiler de larga duración. En ese sentido, en Tesla estarían cerca de conseguir la batería del millón de millas. (Fuente: Daniel Murias - Motorpasion.com)
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