Por REDACCION
El cielo encapotado anticipaba la lluvia que hombres y máquinas encontrarían en el camino durante el primer día de competencia. La imagen, congelada por un momento ante los ojos de la gente, bien podría pertenecer a la década del 20. Allí frente al majestuoso Park Hyatt de esta ciudad, que conserva la misma fachada clásica europea que en 1928 tenían el hotel Plaza, el teatro del mismo nombre y una sala de juegos,y los motores se pusieron en marcha, según destacó Jorge Pandini en La Nación .
Y agregó que un Bentley de 1924, una Bugatti de 1926, un Delage de 1927 y un Fiat de 1928 encabezaban la caravana de las más de 70 máquinas que participaron del Rally de las Bodegas, la prueba de autos clásicos que junto con el Rally de la Montaña, que se disputa en Córdoba a mediados de año, y las 1000 Millas Sport, que se corren en Bariloche en noviembre, conforman la Triple Corona.
Así, durante tres días los clásicos le pusieron color y emoción a la Ruta del Vino, pasando pruebas de habilidad conductiva y regularidad con el común denominador de la camaradería que se vive en estos encuentros. Tripulaciones de distintas provincias argentinas, países de la región y de Europa disfrutaron del recorrido.
Cada año, la convocatoria presenta alguna sorpresa. Esta vez, la gran novedad fue la Copa Damas Bodegas Norton, de la que participaron 16 tripulaciones. Ellas tuvieron que demostrar su habilidad conductiva en el circuito montado frente al hotel y recorrerlo en el tiempo más próximo al ideal fijado por la organización.
Los binomios, piloto y copiloto, compitieron conduciendo vehículos Fiat 500, ya que la marca italiana fue main sponsor de la prueba. Una vez disputada la primera serie quedaron definidas las semifinales, que enfrentaron a los binomios integrados por Ana Ceva-Graciela Ruggero ante Margarita Tonconogy-Valeria Verni, mientras que la otra llave la disputaron Leticia Viazzo-Soledad Mallar enfrentando a Patricia Pujol-Silvia Caimi.
Finalmente, después de los desafíos que se definieron por centésimas de segundo, Ana Ceva y Graciela Ruggero se quedaron con el triunfo e inscribieron sus nombres en esta primera edición de la prueba femenina.
LA HISTORIA
SOBRE RUEDAS
Modelos de distintas marcas y años, que incluyeron Mercedes-Benz, Fiat, Austin Healey, Triumph, MG, Chevrolet, Maserati, Jaguar, Porsche, Volvo, Ferrari, Ford y Datsun, se encolumnaron rumbo a los caminos mendocinos.
Como cada año, en la prueba hay dos tipos de competidores: los que siempre luchan por los primeros lugares y van con los dientes apretados y los que aún tratando de tener el mejor desempeño posible privilegian el placer y prefieren disfrutar del recorrido, sus paisajes y propuestas gastronómicas.
Es que este rally se caracteriza por visitar más de media docena de bodegas que van cambiando cada año.
Esta vez los competidores pudieron conocer y disfrutar de atractivas propuestas gastronómicas en las instalaciones de Norton, Catena Zapata, Vistalba, Sinfín, Terrazas, Cheval des Andes y The Vines, donde el mismo Francis Mallmann se ocupó de los fuegos donde se prepararon distintos platos. Después de una primera jornada lluviosa, el sol se impuso al pie de los Andes para llenar la prueba de color.
La lucha por la victoria se definió para el binomio de Daniel Erejomovich y Gustavo Llanos, que lograron la victoria luego de completar un recorrido de más de 700 km que incluyó 68 pruebas de habilidad disputadas en los angostos senderos de los viñedos a bordo de un AC de 1938.
Antes del final, Alejandro y Carlos Tait le dieron dura lucha a los ganadores, al igual que Alejandro López y Gabriel Gourovich que protagonizaron una buena remontada en los tramos finales del rally.
Habituales protagonistas de estas competencias como Juan y Alberto Tonconogy abandonaron la prueba por problemas mecánicos.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.