Por REDACCION
Ford Ecosport es uno de esos vehículos que marcan un antes y un después, y por eso gozó de varios años sin competencia. Pero ahora la historia es otra y lo que en un momento era un nicho hoy es un segmento en rápido crecimiento y lleno de propuestas.
Con todos estos pergaminos en su espalda (y la rueda de auxilio también), Ford quiere ser referente y por eso renovó a su producto estrella. Y las novedades no son solo estéticas, hay cambios en el interior, motores, equipamiento y mecánica.
Al ser un rediseño, no se tocó la estructura, por eso la Ford Ecosport sigue siendo casi la misma con un cambio de cara que ahora adopta las líneas globales del óvalo para sus SUV (crossover, CUV, o como la quieras catalogar). Los cambios notorios están en la parrilla que se muda a lo más alto del frontal, las nervaduras del capot que dan idea de potencia, los faros más gruesos y los rompenieblas/giros de corte angular.
En el lateral casi no hay cambios y en la zaga tampoco, esto quiere decir que la rueda de auxilio sigue colgada del portón trasero. Evidentemente es un guiño al mundo del off-road que aún se utilizaba cuando la Eco original fue creada. Según Ford, la rueda “colgada” es parte de la personalidad del modelo, según creemos nosotros, no entra en el baúl que ni siquiera tiene el buche debajo del piso. Si te gusta, bien, si no te gusta, el único argumento a su favor es que te ofrece una rueda igual a las demás.
EN 3 CILINDROS
Acá viene una de las novedades más grandes de la Ecosport, los motores. Tenés la opción 1.5 TDi, el 2.0L del Focus con 170 CV o el nuevo 1.5L de 3 cilindros con 12 válvulas, doble variador (admisión y escape) 123 CV y 151 Nm.
Lo primero que tenés que saber es que casi no te das cuenta que tiene un cilindro menos, Ford hizo un gran trabajo balanceando las vibraciones propias de los tricilindricos. Los momentos donde queda más evidente son: el encendido o a muy bajas vueltas, donde vibra de más, y a partir de las 4.500 rpm en plena aceleración cuando emite una nota similar a la de un motor bóxer, algo que ya notamos en el C4 Cactus.
Acompañado por una caja bien relacionada y con selectora de buen tacto, en ciudad la Ecosport se mueve con mucha soltura y se nota la buena distribución de torque en todo el rango de trabajo, cortesía del doble variador de válvulas. En este ámbito, con tránsito más pesado nos devolvió un consumo de 12 L/100 km mientras que con calles y avenidas más despejadas bajó a 9,3 L/100 km lo que nos dio un promedio de 10,8 litros cada cien kilómetros.
EN RUTA
Saliendo de la ciudad, el 3 cilindros sigue empujando bien, aunque tampoco se le puede pedir grandes declaraciones de fuerza a un 1.5L sin turbo que tiene que mover 1.252 kg y pelear contra el aire con una gran área frontal.
Lo que vas a notar es que Ford hizo un gran trabajo en la calidad acústica. La marca declara que colocó deflectores adelante y atrás, que retocó elementos como retrovisores y que agregó una lámina extra al parabrisas para aislar mejor la cabina.
El resultado se nota a 120 km/h reales (unos bastante exactos 122 km/h de velocímetro) donde viaja a casi 3.500 rpm sin que en la cabina se cuelen ruidos o vibraciones mecánicas. El consumo a esta velocidad dependió un poco del viento, de ida registramos 6,8 litros y de regreso 7,6, lo que nos da un promedio de 7,4 L/100 km.
UN NUEVO MUNDO
Puertas adentro tenemos un rediseño del tablero que ahora recibe material suave al tacto en la parte superior.
La sensación de calidad es buena, con diferentes decorados, aunque en la versión probada (Titanium) es bi-color y eso sobrecarga el ambiente. Además, la utilización de tonos claros en butacas y contrapuertas hace que tengas que esmerarte mucho para mantener el color original.
Una contra del diseño abultado del tablero (algo que se repite en casi todos los Ford de última generación) es que reduce la sensación de espacio interior, algo que acá se magnifica porque la cabina de la Ecosport no es especialmente ancha. Hablando de espacio, atrás es muy generoso para cabezas y piernas, permitiendo que dos adultos de 1,80 metros viajen atrás de dos personas de su misma altura.
Al no cambiarse de estructura, no se tocó el tamaño del baúl y por eso sigue siendo algo chico, especialmente a lo ancho. La novedad es un falso piso que se ajusta en 3 niveles, permitiendo el último formar un suelo plano (en realidad es inclinado) con los respaldos cuando se reclina la segunda fila de asientos.
FLOTANTE EN SYNC
Tenemos seguidores que criticaron el anclaje estilo flotante de la pantalla del equipo multimedia, pero, más allá de lo estético, esto permitió que quedara a la misma altura que el cuadro de instrumentos, es decir al alcance de manos y vista. Hay 3 versiones del equipo multimedia, todos con SYNC3, una con pantalla de 4,2” que no es táctil, una de 6,5” que si lo es y la de 8 pulgadas presente en la versión probada.
Si querés saber más sobre el SYNC3, por ahora te contamos que en la Ecosport funciona muy bien, es rápido, práctico, tiene las funciones de Mirror Screen para Android Auto y Apple Car Play, navegador propio, controles por voz que funcionan bien (la mayoría de las veces) y doble entrada USB. Además suma dos controles por perilla y algunos botones lo que facilita su operación.
Dinámicamente hablando, te vas a encontrar con un producto muy maduro para el segmento de los vehículos chicos. Las suspensiones están bien calibradas respetando el compromiso entre confort y estabilidad y solo se siente áspero en las versiones más equipadas que cuentan con llantas de 17” y caucho de perfil reducido (205/50). (Fuente: Autocosmos.com) .
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