Por REDACCION
El desgaste de los neumáticos de los autos produce casi 2.000 veces más partículas contaminantes que la que se bombea por los caños de escape de los vehículos modernos, de acuerdo a un estudio publicado por el diario The Guardian. Se detectó que las partículas de los neumáticos contaminan el aire, el agua y el suelo. Contienen una amplia gama de compuestos orgánicos tóxicos, incluidos carcinógenos.
Las pruebas también revelaron que los neumáticos producen más de 1 tonelada de partículas ultrafinas por cada kilómetro recorrido; es decir, partículas de menos de 23 nanómetros. Éstas también son emitidas por los escapes y son de especial preocupación para la salud, ya que su tamaño significa que pueden ingresar a los órganos a través del torrente sanguíneo.
“Los neumáticos están eclipsando rápidamente al sistema de escape como una fuente importante de emisiones de los autos”, dijo Nick Molden, de Emissions Analytics, la empresa independiente especializada en pruebas de emisiones que realizó la investigación. “Los caños de escape ahora están tan limpios que ni siquiera me molestaría en regularlos”, agregó.
Molden explicó que la investigación fue impulsada por una estimación inicial de las emisiones de partículas de los neumáticos. “Llegamos a una cantidad desconcertante de material que se libera al medio ambiente: 300.000 toneladas de caucho de neumáticos en el Reino Unido y EE. UU., sólo de autos y camionetas cada año”.
Actualmente no hay regulaciones sobre la tasa de desgaste de los neumáticos y poca regulación sobre los químicos que contienen. Emissions Analytics identificó productos químicos en 250 tipos diferentes de neumáticos, que en su mayoría están hechos de caucho sintético, derivado del petróleo crudo. “Hay cientos y cientos de productos químicos, muchos de los cuales son cancerígenos”, dijo Molden.
“Se podría hacer mucho eliminando los neumáticos más tóxicos”, dijo. “No se trata de hacer que la gente deje de manejar autos o de tener que inventar neumáticos nuevos completamente diferentes. Si pudiera eliminar la peor mitad y tal vez alinearlos con los mejores de su clase, puede marcar una gran diferencia. Pero por el momento, no hay una herramienta regulatoria”.
Las pruebas de desgaste de los neumáticos se realizaron en con 14 marcas diferentes utilizando un Mercedes Clase C conducido en el asfalto, y algunos se probaron durante toda su vida útil.
Las básculas de alta precisión midieron el peso perdido por los neumáticos y un sistema de muestreo que recolecta partículas detrás de los neumáticos evaluó la masa, el número y el tamaño de las partículas, hasta 6 nm.
Las emisiones de escape del mundo real se midieron en cuatro SUV con motor naftero, utilizando modelos de 2019 y 2020.
Los neumáticos usados produjeron 36 miligramos de partículas por kilómetro, 1.850 veces más que el promedio de 0,02 mg/km de los escapes. Un estilo de conducción muy agresivo, aunque legal, hizo que las emisiones de partículas se dispararan, a 5.760 mg/km.
Los neumáticos producen muchas más partículas pequeñas que grandes. Esto significa que, si bien la gran mayoría de las partículas en número son lo suficientemente pequeñas como para ser transportadas por el aire y contaminar el aire, éstas representan solo el 11 por ciento de las partículas en peso. No obstante, los neumáticos producen cientos de veces más partículas en el aire por peso que los escapes. (Fuente TN Autos)
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