Por REDACCION
Eran 125 las unidades las que la marca sueca Koenigsegg anunció que vendería de su más reciente superdeportivo Jesko y tardó cinco días tras su presentación en el Salón de Ginebra.
¿Su precio? Ronda los tres millones de euros, pero hablamos de un coche que podría alcanzar las 300 millas por hora, es decir, unos brutales 482,800 km/h. Recordemos que su hermano, el Agera RS cuenta con el récord Guiness de velocidad máxima al alcanzar 447,2 km/h en una carretera en Nevada el año pasado (y también el de aceleración 0-400 km/h en sólo 37,35 segundos batiendo al mismísimo Bugatti Chiron y también a otra bestia, el Hennessey Venom).
El motor del Jesko, que hereda parte de la tecnología del Agera RS, es un 5.0 litros de ocho cilindros en V que entrega la nadería de 1.280 CV de potencia a 7.800 revoluciones por minuto con el corte de inyección a las 8.500 rpm. No todo queda ahí. Con biocombustible E85 alcanza una potencia de 1.600 caballos. Su par motor máximo es hasta redondo, 1.500 Newton-metros. Cuenta con una transmisión al eje trasero de patente propia con una caja de 9 velocidades y su aerodinámica ultrarrefinada ofrece 1.000 kg de fuerza en efecto suelo para que este "cohete" del asfalto ponga los pies en la tierra.
Y como todo en él es excesivo, ¿cómo sus ventas iban a tener un ritmo pausado? Si bien es cierto que 83 unidades fueron vendidas a clientes en una presentación previa antes del inicio del Salón de Ginebra, las restantes 42 unidades quedaron apalabradas en los cinco días posteriores. En menos de quince días, la marca ha recibido los pagos iniciales de todas las unidades, con lo que las ventas quedan realizadas. Ahora bien, queda una ligera posibilidad, pues algunos concesionarios oficiales se hicieron con unas, muy pocas, unidades a nivel particular, por lo que los interesados deberían ponerse en contacto con ellos lo antes posible.
El Jesko se ha podido encargar en dos variantes -pista o máxima velocidad- de acuerdo a los deseos del cliente, pero en cualquier caso está homologado para su uso en carretera en la gran mayoría de los mercados internacionales.
El modelo entrará en producción a finales de 2020 a razón de un coche por semana. Eso da margen a que antes Koenigsegg intente batir con él de nuevo su propio récord de velocidad -tal y como anunció tras el que conquistó con el Agera RS- y recoger así el guante del mismo anuncio realizado por el Bugatti Chiron y por el Hennessey Venom V5.
La física dice que es posible alcanzar esos 482,800 km/h de velocidad, pero es necesario tener un piloto que se atreva y, quizá más difícil de lograr, unos neumáticos que puedan resistir esa potencia y ofrecer el agarre necesario tal y como hicieron los Michelin que calzaba el Agera RS. (Fuente: El Mundo Motor)
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