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Automotores Martes 20 de Marzo de 2012

Honda CR-V: se presentó en nuestro país "la más deseada"

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Redacción

Por Redacción

El espacio de un 4x4, con el confort de un sedan. Con esa premisa nacieron, a mediados de los 90, muchos de los denominados SUV compactos, modelos que en este siglo, y por cosas del marketing y la modernidad, reciben el calificativo de crossover.

A diferencia de los todoterrreno, que suelen tener chasis o compartir plataforma con las pickups, los crossover son derivados de automóviles, con buen espacio interior, mayor despeje del suelo, con tracción simple o doble, y con una posición de manejo más elevada que la de un auto normal.

Ese es el segmento donde Honda tiene, desde 1997, un modelo ganador como el CR-V. Líder en su segmento en varios países del mundo, entre ellos un mercado como el de Estados Unidos (donde está entre los vehículos más vendidos) y la Argentina, donde es el gran referente del mercado. Con esos antecedentes, el desafío para los ingenieros y diseñadores de Honda no fue menor a la hora de imaginar la cuarta generación, que desde hace unos días está en venta en nuestro país. La nueva CR-V debía ser totalmente distinta o, por el contrario, había que mejorarla sin demasiados cambios.

Este último fue el camino elegido por la marca japonesa. Por eso, la cuarta generación es más una evolución que una revolución, con retoques estéticos -más notorios en la parte trasera de la carrocería-, pero que en general ha mejorado en todos los aspectos. También hay que ser claros en este punto; es más eficiente y confortable, pero el cambio no es sustancial. Por el contrario, y fiel a la filosofía de la marca, quienes se bajen de una CR-V para subirse a la nueva se sentirán como en casa, pero más confortables.

El trabajo de los diseñadores ha sido muy bueno. La estética es más moderna y a pesar de mantener casi el mismo largo que la anterior (apenas 5 mm de más) se la percibe como más grande. En esto ayudan los volúmenes bien marcados y un diseño de la parte posterior que me gustó mucho. La distancia entre ejes es de 2,62 metros (un centímetro más corta que la anterior), mantiene el ancho de 1,82 metros y bajó su altura a 1,655 metros, por lo que esos dos centímetros menos ayudan a darle un aspecto mucho más deportivo.

El motor cuatro cilindros de 2354 CC entrega más potencia: 185 CV a 7000 vueltas y a la hora de elegir la caja de cambios optaron por una automática de 5 marchas, pero debemos reconocer que después de haber manejado modelos de seis, la sexta se extraña, especialmente porque en esta CR-V se han alargado las relaciones para buscar un menor consumo, lo que le quita respuesta a la hora de los sobrepasos.

Las mejoras más notables que se aprecian de inmediato se encuentran  en la insonorización (ya de por sí muy buena en todos los modelos de Honda); en el espacio interior, más grande y confortable, y en la suavidad de marcha y mejor respuesta de las suspensiones, que ganó docilidad sin perder apoyo en curvas y aceleraciones. Lo que no ven los ojos, pero nota el bolsillo, es un consumo más contenido.

Esta versión tiene un consumo de algo más de 10 litros cada 100 kilómetros en ciudad y 7,7 litros cada 100 en ruta a 90 km/h. En La Nación se aclaró que en la ciudad se usa la función Econ, que se conecta desde la cabina, lo que ajusta las funciones de caja y motor para obtener el menor consumo posible, ayudados por el indicador luminoso del tablero, que se pone verde cuando se hacen  las cosas bien, y blanco cuando se acelera  de más.

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