Por REDACCION
Fueron días de fiesta para los amantes de los autos clásicos y de las viejas carreras que asombraban a quienes se agolpaban a los lados de la ruta para ver pasar hombres y máquinas. Pudimos disfrutar de dos actividades, distintas pero emparentadas, que reflejan de la mejor manera posible el común denominador entre los argentinos y los automóviles: la pasión.
Por un lado, se realizó el 14° Gran Premio Histórico, que organiza el Automóvil Club Argentino y que este año recorrió 3700 kilómetros por rutas de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones.
En la visión de Jorge Pandini (L.N.) fueron casi 250 vehículos (modelos entre 1957 y 1975) y 500 tripulantes que durante una semana llenaron de color y entusiasmo cada kilómetro del recorrido provocando una fiesta en cada ciudad por la que pasó la caravana. Por tercer año consecutivo, el binomio Miguel Gómez Fernández y Christian Alvarez Fernández se impuso con su Peugeot 404 modelo 1971.
El Gran Premio Histórico tuvo además un lado solidario, ya que al finalizar cada etapa los binomios entregaron 5 kilogramos de alimentos no perecederos que fueron recolectados por representantes de Cáritas de Concordia, Posadas, Puerto Iguazú, Corrientes, Paraná y Gualeguay. El paso de la caravana dejó 7500 kilogramos de alimentos.
La otra gran actividad se desarrolló más cerca, en el Hipódromo de San Isidro. Allí, volvió a abrir sus puertas Autoclásica, la muestra más importante de vehículos de colección que esta vez reunió unas 300 motocicletas y casi 600 automóviles de distintas épocas, todos en perfecto estado de conservación y funcionamiento.
Durante cuatro espléndidas jornadas, más de 50.000 visitantes disfrutaron de la muestra organizada por el Club de Automóviles Clásicos que este año ofreció nuevos atractivos, como la competencia en pista entre un caballo de carrera y una Bugatti, además de la muestra dinámica de autos antiguos por la pista de San Isidro.
Los modelos exhibidos fueron de una calidad altísima y el premio Best of Show para el mejor automóvil de la muestra en virtud de su belleza, estado de preservación o conservación e historia fue para un Voisin C28 Chancellerie 1936, mientras que la mejor de las motos fue una Brough Superior SS 100 1928.
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