Por REDACCION
Dentro de la gran reestructuración de productos y estrategias que significó el Plan One Ford, la marca del óvalo dejó atrás algunas plataformas de vehículos, que compartió con algunas de sus ex marcas subsidiarias como Volvo y Jaguar. Dentro de ellas estaba la que utilizaba el Ford Mondeo Mk IV, que estuvo vigente desde 2007 hasta 2013.
En busca de nuevas ideas para evolucionar el famoso estilo Kinetic Design de principios de este siglo, en el Salón de Fráncfort de 2011, Ford presentó el concept car Evos, que en realidad era una coupé con motorización híbrida. Sin embargo, como todo ejercicio de diseño, el Evos fue la fuente de inspiración del nuevo Mondeo (Mk V) que Ford presentó oficialmente en la Argentina.
De acuerdo a Gabriel Tomich, de La Nación, en efecto el nuevo Mondeo (mostrado en París 2012 y a la venta en Europa desde fines de 2013) sigue la línea de tono deportivo del Evos, al que le suma las elegantes líneas de las berlinas modernas, largas y fluidas. Además, el salto en materia de seguridad activa y pasiva, e incluso de confort, ponen a este nuevo Mondeo muy alto en el segmento D, el de los sedanes de gran porte y alta gama.
Un detalle no menor para nuestro mercado es que este nuevo Mondeo se fabrica en la planta que el óvalo tiene en Hermosillo, México (las generaciones anteriores provenían de Bélgica). Esto significa que Ford trae un vehículo que no paga el arancel del 35% de los vehículos extrazona, lo que lo posiciona de manera muy ventajosa frente a sus rivales. Así, mientras existan los conocidos impuestos internos que gravan a los automóviles de lujo, Ford aspira a dominar sin atenuantes el segmento D con este nuevo Mondeo. Los precios de las tres versiones son: SE 2.5, $ 420.000; SE 2.0T, $ 465.000, y Titanium 2.0T, 658.900 pesos.
SUAVE Y
POTENTE
Hechas las presentaciones, probamos la versión Titanium 2.0, tope de una gama que además componen las versiones SE 2.5 (motor Duratec IVCT de 170 CV) y SE 2.0, equipado con el mismo motor de la unidad de prueba, el EcoBoost GTDI de 4 cilindros en línea, 16 válvulas, con inyección directa, distribución variable (VVT) y turbocompresor, que entrega una potencia de 240 CV a 5500 rpm y un par motor de 340 Nm (34,7 kgm) entre 1750 y 4000 vueltas.
Estas características redondean un motor de funcionamiento suave y progresivo si se quiere andar tranquilo (por ejemplo, en el tránsito urbano), pero que saca a relucir todos sus bríos cuando se pisa el acelerador. Como prueba, basta mirar los tiempos de aceleración con partida detenida (algo más de 7s de 0 a 100 kmh) y de elasticidad (unos 5s de 80 a 120 km/h), en modo Drive normal, sin utilizar el modo Sport o la opción secuencial (muy rápida gracias a las levas o paddle shifts en el volante para hacer los cambios) de la caja de velocidades SelectShift, automática de 6 marchas que equipa a toda la gama, que se destaca por la suavidad y rapidez con que hace los cambios.
En pocas palabras, manejar el nuevo Ford Mondeo es un placer. No sólo por la mecánica. Todo el conjunto es de gran calidad. Las suspensiones (tipo McPherson adelante y Multilink atrás) aseguran un gran confort de marcha y también un impecable comportamiento dinámico en curvas y rectas. Para mayor seguridad, este nuevo Mondeo tiene una amplia batería de dispositivos de seguridad activa y pasiva.
Entre las primeras, control de estabilidad (ESP) y tracción (TCS), además del control de torque en curvas (TVC) que en forma inteligente frena la rueda interna y aumenta el par motor (torque) en la externa para incrementar la tracción de ésta. Esto elimina la subvirancia (ida de trompa común en los autos de tracción delantera) y mejora la estabilidad en pisos resbaladizos. Eso sí, los neumáticos (23545 R18) de bajo perfil copian mucho las irregularidades del camino.
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