Por Redacción
El Fiat Linea compite en un segmento difícil. Está en una franja de modelos, que podríamos etiquetar como sedanes compactos (Honda City, Chevrolet Sonic y Ford Fiesta son algunos rivales directos), que tiene usuarios exigentes en cuanto a la relación precio-producto. En otras palabras, requieren calidad, confort y equipamiento a un precio ajustado.
Así, ningún fabricante puede dormirse en los laureles y la renovación de los modelos resulta muchas veces vital para luchar en ese contexto de mercado. Es el caso del nuevo Fiat Linea, que incorpora sutiles modificaciones estéticas exteriores y mucho más profundas en el interior, así como el agregado de más equipamiento. Cabe recordar que el Fiat Linea fue lanzado en 2009 y que, dos años más tarde, el motor 1.9 de 132 CV original dio paso al actual y más moderno 1.8 E-Torq.
Destacó Gabriel Tomich en La Nación, que en el diseño exterior los cambios son leves. En el frontal, se renovó la parrilla (pasó de una grilla reticulada a barras horizontales) y la toma de aire, ahora enmarcada por una V cromada que integra las luces antiniebla. Atrás, se reformuló la tapa del baúl, ahora con un marcado relieve que aloja la patente (antes en el paragolpes) y está coronada por una barra cromada con el nombre del modelo. También se rediseñó el paragolpes, siguiendo la idea estética del delantero.
MECANICA
CONFIABLE
El motor 1.8 E-Torq es de los más modernos que ofrece Fiat en sus modelos. Se trata de un 4 cilindros en línea con un único árbol de levas a la cabeza comandado por cadena de distribución, que no requiere mantenimiento ni cambio como la más común correa dentada. La potencia máxima de este propulsor es de 130 CV a 5250 rpm, mientras que el par motor llega a 18,1 kgm a 4500 vueltas. A tono también con el segmento en el que compite, el Fiat Linea Absolute (tope de gama) que probamos, estaba equipado con la caja automática Dualogic de 5 marchas, que la marca italiana ofrece como opcional a la clásica transmisión manual.
La mejor entrega de este motor es a alto régimen (basta observar que el máximo par está a elevados 4500 rpm), por lo que la caja tiene que trabajar bastante en la ciudad. Este es un punto a favor de la transmisión Dualogic (del tipo robotizada; es decir, una caja manual con comando electrónico), que hace los cambios por nosotros, por lo que resulta muy cómoda en el denso tránsito urbano. Esta transmisión Dualogic tiene un funcionamiento dispar. En modo automático (Drive, D) exhibe algunos leves tironeos al arrancar y cierto retardo para realizar los cambios (que se manifiesta con una marcada subida y caída de vueltas).
EL CONFORT
Y LOS PRECIOS
La posición de manejo es muy confortable y fácil de ajustar (la butaca regula en altura, igual que la columna de dirección, que también ajusta en profundidad); además, como la caja es automática, resulta muy práctico y cómodo el apoyabrazo central, que deja la nueva consola perfectamente al alcance del conductor. Sin embargo, el puerto USB dentro de la guantera no resulta nada cómodo.
Si al confort delantero le sumamos un buen espacio para los pasajeros traseros (que cuentan con apoyabrazos regulables en altura) y un baúl de 500 litros de capacidad (con ganchos para sujetar la carga), la habitabilidad es otro de los puntos destacados del Linea.
Los precios de la gama son de $ 245.500 para la versión Essence (que incluye el UConnect) y de $ 273.180 para este modelo Absolute con caja Dualogic, más los nuevos agregados de equipo mencionados. La garantía, de 3 años o 100.000 kilómetros, termina de conformar una atractiva oferta para los usuarios familiares.
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