Por Redacción
El Chery Tiggo fue el primer vehículo de origen chino en llegar a nuestras costas, a mediados de 2008. Fue el modelo elegido por la sociedad entre Chery Automobile (fundada en 1997, cuarto fabricante de China) y el Grupo Socma argentino. Así, primero este SUV y luego el Face, se ensamblan en Carrasco, Uruguay, con piezas chinas e integradas, para comercializarse en el Mercosur.
El Tiggo es un producto que debe su nivel de ventas (2503 unidades en 2012, 2118 en 2011, 1886 en 2010, 1263 en 2009) en buena parte al de boca en boca entre los usuarios, que se muestran muy conformes con un producto que compite en un segmento que tiene dos rivales de fuste: Ford EcoSport y Renault Duster.
Este Tiggo 2013 se presenta con un restyling frontal que abarca la parrilla, el capot, los paragolpes y las ópticas (más rasgadas, como marca la moda) que le aporta un toque moderno al diseño precedente, con look noventista (inspirado en los SUV japoneses). Un punto a favor es la incorporación de luces diurnas de LED, en la zona inferior de las ópticas, de encendido automático.
De acuerdo a La Nación, también son nuevas las ópticas traseras. Mantiene la rueda de auxilio (para destacar, con llanta de aleación y medida original 235/ 60 R16) en el portón trasero (incluye tuerca antirrobo), de apertura lateral.
Los cambios en el interior también son notorios. Incluyen el instrumental, ahora con display digital para la computadora de viaje (sólo informa consumo instantáneo y odómetro parcial), reloj y odómetro total, más velocímetro, cuentavueltas, y medidores de combustible y temperatura. También es nueva la plancha central, que ahora se alarga hasta integrarse con la consola que aloja la palanca de cambios (más freno de mano y portaobjetos), también de nueva factura, igual que el volante, ahora con comandos de audio. Además son nuevos los tapizados de los asientos y otros revestimientos.
El resto del modelo no cambió. Así mantiene el eficiente motor chino-austríaco Acteco SQR484F Euro IV de 4 cilindros en línea con 16 válvulas y doble árbol de levas a la cabeza (DOHC), que entrega una potencia de 138 CV a 5750 rpm y un torque de 180 Nm (18,4 kgm) a 4000 vueltas. Se combina con una caja manual de 5 marchas, bien relacionada, aunque para la ruta no le vendría mal una sexta velocidad. El conjunto provee buen nivel de aceleración tanto en el tránsito urbano como en la ruta, y un consumo acorde con la mecánica.
Las suspensiones, McPherson delantero y doble brazo arrastrado trasero, proporcionan un muy buen confort de marcha y amortiguación blanda. Esto hace que la carrocería role bastante al doblar, aunque esto no implica riesgos. El Tiggo cuenta con frenos a disco en las cuatro ruedas, más ABS (ahora mejorado). Si bien el pedal tiene un registro algo largo, detiene correctamente los 1390 kg de peso.
El habitáculo ofrece muy buena habitabilidad para pasajeros adultos y también la versatilidad de los asientos traseros (deslizables y reclinables). Así, el de por sí muy grande compartimento de carga de 827 litros llega, con los asientos rebatidos, a 1935 litros.
La posición de manejo es cómoda y fácil de ajustar por la regulación en la altura de la butaca y el volante (no regula en profundidad). Eso sí, resulta incómodo realizar los cambios, por la diferencia de altura y la cercanía entre el apoyabrazos central y la selectora. Esta además es bastante ruidosa y de recorridos largos.
El precio de la preventa de lanzamiento del Tiggo 4x2 MT es de $ 116.300, por lo que se mantiene una de las claves del Tiggo: la atractiva relación precio-producto. La garantía de dos años no está mal, pero hay rivales en el segmento que ofrecen tres.
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