Por REDACCION
BMW presentó hace pocos días en Nueva York el BMW i3, modelo eléctrico con estructura de fibra de carbono (CFRP) . A raíz de esto, Castrol informó que colabora con este proyecto como socio tecnológico.
El BMW i3 necesitaba un lubricante industrial que se utilizara como fluido hidráulico en el proceso de moldeo y como responsable de la lubricación circulatoria. Así se creó el Castrol Alphasyn T 46, que luego de la etapa piloto con tres moldes de compresión CFRP, se utilizó en otros 6 moldes en la planta de Leipzig, donde se produce el i3.
Además, para cumplir con las exigencias técnicas del motor eléctrico, Castrol desarrolló una lubricación especial para las altas cargas y revoluciones, ya que la caja de cambios de una sola velocidad cubre todo el rango de 0 a 120 km. Para ello, la viscosidad del aceite es fundamental y los ajustes entre el aceite básico y los aditivos desarrollados por Castrol fueron primordiales.
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