La Palabra

Y un día comencé a trabajar como violinista*

archivo Ignacio Pagano
Crédito: Un clásico: Ignacio Pagano en actitud como la famosa película

El maestro Juan Luis Gandolfo facilitó mi ingreso a la orquesta Gente de tango para lo cual me estuvo preparando cuatro años. El hacía ahí la tercera voz con su violín y yo fui estudiando lo mismo para cuando él se tuviese que retirar. Es una típica de tango que hacía el estilo Di Sarli, en ese momento trabajábamos seguido. También estuve en la orquesta del Sindicato de Músicos. Al mismo tiempo había entrado en la Orquesta Sinfónica Juvenil Libertador San Martín con Mario Benzecry que es el director y ahí también tocamos mucho repertorio clásico, eso te da esa capacidad de ir y tratar de superarte. Dejé por haber superado la edad. Estuve en la orquesta Malvinas, en la del Bernasconi, en la del IUNA con la dirección de Ariel Pirotti. Estoy en la Orquesta Baires Sinfónica y ahí hacemos tango sobre todo de Piazzolla y del director Raúl Manfredini que hace muy buenas orquestaciones, en general es clásico pero abordamos zarzuela, latino o música incidental. Es prácticamente una cooperativa y somos todos músicos interesados en promover el arte y en tocar.

Cómo se da la admisión para el ingreso a esas orquestas

Habitualmente se da por audición. Otras es de boca en boca, especialmente para reemplazos, o recomendado por los propios colegas.

Dónde estoy en la actualidad

Estoy preparando la Novena Sinfonía de Beethoven para este mes con la Orquesta Municipal de José C. Paz como integrante entre los primeros violinistas. Y estoy en la Baires Sinfónica, paralelamente. Además hago proyectos en solitario que me convoquen, de todo tipo. Hago ambientaciones con la música en muestras de arte. He acompañado a cantantes también.

Con qué repertorios trabajan las dos orquestas que integro

Las dos son clásicas, las dos son formaciones que pueden emprender obras desde Beethoven, Mozart o cualquiera de los clásicos hasta la música mucho más moderna desde Gershwin hasta la latinoamericana. En la Orquesta Municipal de José C. Paz estamos haciendo temas peruanos. Vamos a los colegios y en espacios públicos. Actualmente podemos ver cómo las orquestas están adaptando temas folklóricos con una orquestación a una clásica y suenan impresionantes con esos instrumentos. La Baires es un poco más clásico y tradicional. Se van descubriendo obras de compositores del pasado, estamos estrenando continuamente cosas nuevas.

La afinación la aporta el intérprete en el violín

Estuve viendo documentales donde explican que hay dos sistemas en la música que están ocurriendo al mismo tiempo y no son compatibles. Uno es el pitagórico y otro el de la afinación justa, temperado, eso lo hizo Juan Sebastián Bach de una ecuación que sacó Pitágoras antes de Cristo. Bach lo hizo y Mozart lo perfeccionó en el pianoforte. En el violín o en instrumentos que no están temperados cuando hacés la melodía tenés que usar el sistema pitagórico, pero cuando estás haciendo intervalos, es decir distancias entre dos notas como terceras o sextas que suenan bastante bien, allí uno no puede usar la afinación pitagórica, tiene que ser temperado porque si no se desafina. En el violín no se puede hacer música al comienzo, sino que es técnica y tratar de manipular para lograr esa nota y el arco. Entonces un alumno tiene que ser muy deseoso y el maestro tiene que inculcarle ese amor por el instrumento. Y paciencia de ambos. Lo bueno de mi maestro es que me exigía, aunque quería que yo estudiara doce horas por día. Pero eso no es tan ergonómico tampoco. 

 

Pitágoras, Bach y las afinaciones

En el caso de un piano o una guitarra por ejemplo, existe lo que se conoce como afinación temperada. Significa que todos los intervalos o distancias entre los sonidos son iguales. Este fue un logro de Bach en base a un descubrimiento de Pitágoras. Distinto es el caso del violín donde la afinación no es temperada. Las divisiones entre los sonidos no existen y hay que dividirlo, creando las notas en base a la separación de tonos y semi-tonos; por lo que es más complejo afinar debido a la famosa “coma pitagórica”. En un piano es igual un Fa sostenido y un Sol bemol por el principio de enarmonía, donde dos sonidos iguales llevan diferente nombre. En la guitarra igual, debido a que los trastes que separan o dividen las cuerdas en semitonos artificialmente y están pre- establecidos. En el violín el Fa sostenido suena diferente al Sol bemol, y así ocurre entre todas las notas, según el tono y otras variables, uno debe hallar la afinación justa.

 

*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Ignacio Pagano

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