Internacionales

Y Bob Dylan no fue

ESTOCOLMO, 11 (AFP-NA). - Bob Dylan, laureado con el

Nobel de Literatura, fue el gran ausente en la entrega de premios

de este sábado, que tuvo lugar en Estocolmo para las disciplinas

científicas, de literatura y economía, y en Oslo, en el caso del

de la Paz, concedido al presidente colombiano Juan Manuel Santos.


En la Konserthuset donde la Fundación Nobel organiza cada año

una suntuosa ceremonia, los nuevos laureados presentes recibieron

de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, una medalla de oro

y un diploma.

Galardonado con el premio Nobel de Literatura, Bob Dylan,

leyenda viva de la música estadounidense, se excusó por no acudir

aludiendo a "otros compromisos".


Para paliar su ausencia, la cantante Patti Smith, gran

admiradora de Dylan, interpretó una de sus canciones más célebres,

"A Hard Rains A-Gonna Fall".

Con la voz entrecortada por la emoción, la cantante tuvo que

detenerse un momento, pareciendo buscar las palabras, antes de

excusarse y proseguir con el tema, apoyada por los aplausos de los

1.500 invitados, entre académicos, políticos y empresarios, que

asistían a la ceremonia.

El enigmático Bob Dylan, de 75 años, envió un discurso de

agradecimiento que fue leído por la noche tras el banquete en el ayuntamiento de Estocolmo.


En la misiva, Dylan describió estar “honrado de recibir este prestigioso premio”, reconoció que jamás pensó que podía llegar a ganarlo y que sus chances de obtenerlo eran “iguales a las de pisar la luna”. El músico dijo “quedarse sin palabras” al pensar que su nombre se junta a los “gigantes de la literatura” como Kipling, Shaw, Thomas Mann, Pearl Buck, Albert Camus, Hemingway.

También, en la carta trazó un paralelismo entre su forma de trabajar y la de Shakespeare, al imaginarse al escritor inglés perseguir sus objetivos más creativos y, al mismo tiempo, pensar cada detalle de sus obras, incluso las variables más mundanas. Y consideró que “algunas cosas nunca cambian, ni en 400 años”. Al finalizar, Dylan le agradeció a la Academia sueca por tomarse el tiempo de contestar una pregunta que jamás se hizo: ¿Son mis canciones literatura? Para luego, regalarle “tan maravillosa respuesta”.




Autor: Redacción

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