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Waibsnaider: “la escasez de combustible la termina pagando el ciudadano común”

Desde hace un tiempo la escasez de gasoil viene generando preocupación entre los diferentes sectores y encendiendo una luz de alerta en casi todas las provincias del país, Santa Fe entre ellas, porque impacta en la actividad económica y en sectores clave, como el transporte y el campo. 
De acuerdo con la información de la  Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), 19 de los distritos argentinos ya registran problemas en el abastecimiento de gasoil y la única excepción es la de la zona hidrocarburífera de la Patagonia.
Actualmente, las provincias que se encuentran en situación crítica, con cupos menores a los 20 litros por unidad, son Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Formosa, San Juan y Mendoza. Lo mismo ocurre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por otro lado, en San Luis, La Rioja, Catamarca y Chaco el promedio es de 20 litros por unidad; y en La Pampa oscila entre 51 y 100 litros.
Los camioneros son los que deben esperar entre 6 y 12 horas en las estaciones de servicio para cargar combustible y continuar sus recorridos en todo el país, lo que genera situaciones desesperando, como aquel chofer que rompió en llanto. 
“Nuevamente estamos con un tema muy complejo, una crisis que yo creía solucionada; hace unos años hubo una situación similar con la falta de entrega de combustible por parte de las petroleras. En este escenario, el chofer de camión es el primero que sufre la escasez del gasoil. Cuando ya parecía que todo había pasado tras la pandemia, que trajo momentos difíciles cuando se transitaba en las rutas porque durante dos años no te dejaban parar ni a comer, ni para usar el sanitario en lo que fue una pesadilla, ahora resurge el problema del combustible”, afirmó Norman Waibsnaider, secretario General del Sindicato de Camioneros en Rafaela. 
“Estamos con muchas dificultades, otra vez parando en la ruta, haciendo cola durante seis o siete horas para cargar 40 o 50 litros de gasoil, y en el mejor de los casos poder recorrer 140 km con ese combustible. Es vergonzoso. Es muy lamentable y es una pérdida en el horario de descanso, con lo que eso conlleva: un riesgo de accidente, un riesgo de vida. La verdad es que creo que no tendríamos que estar hablando de estas cosas y sí tendríamos que estar evaluando las herramientas que necesita el transporte argentino para poder crecer, en las que se puedan dejar atrás todas estas cuestiones”, expresó el dirigente sindical.
Waibsnaider comentó que “hace 3 meses, si bien la choferes lo sufrían a medias porque era un problema de galpón, estaba el tema de las cubiertas, que no terminó pero medianamente se apaciguó, ahora está el drama de conseguir combustible. Esto genera un desgaste en la actividad y en los muchachos. No en vano es que hoy haya una falta de choferes, que no solo pasa en la Argentina sino que es un problema que se ve a nivel mundial, pero sin lugar a dudas esto que está sucediendo desalienta cada vez más nuestra actividad". Y agregó: “Un trabajador que habitualmente hacía entre 8000 y 9000 km, hoy estén haciendo entre 5000 y 6.000 km, el tiempo en lugar de pasarlo en su casa o descansando lo está perdiendo haciendo cola para cargar combustible”.
“El gobierno tendrá que buscar una solución, porque no estamos hablando solo del transporte de carga generales (refrigerado, combustible, de medicamentos), sino también hasta del transporte de pasajeros que está sufriendo el nuevo problema de la falta de combustible. Es algo ilógico, porque nosotros somos un país productor de combustible, más allá del que se importe; también somos productores de biocombustibles y esto hace que no se entienda. Este es un problema que lo debe solucionar el gobierno con las petroleras”, sostuvo Waibsnaider.
El dirigente dijo que “más allá de que esté también la posibilidad de importar combustible, hay que saber que es una solución que no es rápida, lleva un tiempo por el papeleo y teniendo en cuenta que lo más cercano que tenemos es Venezuela, y el transporte por buque es algo que no es tan ágil como por camión. A esta altura, ya no sé si es una cuestión política, una cuestión económica, si es un coletazo de la guerra de Ucrania-Rusia. Lo que sí está a la vista, es que todas las consecuencias las están pagando los choferes de camión y el ciudadano común, porque todo esto deriva en el aumento de los precios, de las tarifas de transporte”, concluyó.

Autor: REDACCION

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