Volvo da un giro radical al XC60, su todoterreno de tamaño medio. Una nueva generación -ya a la venta en Europa- que afronta numerosos retos. El más importante, mantenerse como el modelo premium de su tamaño más vendido en Europa durante este tiempo, en el que se han comercializado casi un millón de unidades a nivel mundial enfrentándose a 'pesos pesados' como los Audi Q5, Mercedes GLC o BMW X3.
Para renovar el coche, se ha recurrido a la conocida fórmula: uso de la plataforma modular SPA que optimiza tamaño, contenidos y rigidez dejando el peso mínimo en algo más de 1.800 kilos; motores siempre de cuatro cilindros para variantes gasolina, diésel o híbrida enchufable con potencias desde 150 hasta 409 caballos; diseño diferenciador por dentro y por fuera; notable calidad de construcción y alto, altísimo, nivel de seguridad.
DISEÑO
El diseño exterior evoluciona el del XC60 ya conocido y, mientras el frontal recuerda mucho al XC90 con la gran parrilla y las luces de día en forma de martillo, la trasera se ha inspirado en el familiar V90.
El aspecto varía según el acabado escogido, siendo las versiones R-Design las más deportivas y las Inscription, las más lujosas y elegantes. Puertas adentro, el estilo limpio, tecnológico y lujoso es casi calcado al que ya se conoce de la familia 90.
Destacan la instrumentación digital en un cuadro de 12,3 pulgadas (no siempre de serie) y la enorme pantalla multifunción del centro del tablero, verdadero cerebro de las infinitas funciones y sistemas a gestionar.
La calidad de construcción es soberbia y casi todos los plásticos son blandos incluso donde no llega la vista. Por eso choca el mal tacto del que envuelve los laterales del túnel de transmisión.
La visibilidad es buena en todos los ángulos, la posición de conducción óptima y los asientos, tan buenos como se puede esperar de un Volvo.
En la parte trasera encontramos una excelente altura libre hasta el techo. En anchura, la combinación ideal son dos adultos y un niño ya que, además, la banqueta tiene bien configuradas y cómodas las dos plazas laterales dejando una central más escueta e incómoda.
El baúl, de formas muy regulares, ubica 505 litros incluido un doble fondo y llevando kit de reparación de pinchazos, no rueda de repuesto (disponible como opción). No es la mejor cifra del segmento, pero suficiente.
MECANICA
La oferta mecánica es calcada a la del más grande XC90. Se trata siempre de bloques de cuatro cilindros, con potencias de 150 (D3), 190 (D4) y 235 caballos (D5) en diésel; 254 (T5) y 320 caballos (T6) en gasolina y 407 caballos del T8 Twin Engine.
Este último es un híbrido 'enchufable' para el que se anuncian 45 kilómetros de autonomía en eléctrico, un consumo medio homologado de 2,1 litros (irreal, solo sería posible si siempre dispusiésemos de la batería completa en cada medición) y una aceleración de 5,5 segundos para pasar de 0 a 100. (Fuente: El Mundo Motor).