Sociales

Volvamos a ser familia

Cuando uno analiza todas las cosas que pasan, como se va desmoronando la sociedad, como se van casi licuando valores fundamentales para convivir, empieza a percibirse una sensación de vacío, de tristeza…

A nuestros niños y jóvenes se le están dando mensajes desde el poder, muy contradictorios y peligrosos…mensajes que muchas familias no comparten pero les cuesta manifestarlo. Debemos volver para atrás, ya que muchos recordamos, cómo nos criaron nuestros padres, no nos asfixiaban, pero nos marcaban límites, nos recordaban que cada edad, tiene sus propios aprendizajes y que para lograr sueños había que ponerse metas, paulatinamente, pero siempre respetando a los otros.

Hoy vemos en muchos casos, jóvenes inestables, que no mantienen el interés largo tiempo en algo, se suman a ideologías sin pensar demasiado y si los interrogas no pueden fundamentar su elección, a veces se dejan llevar por compañías ocasionales, que logran a través de internet y cuando se dan cuenta que no les conviene, ya se dejaron llevar por panaceas. También hay muchos jóvenes con valores, con capacidades notables en distintas áreas y saben claramente adónde van.

Ahora bien, deberíamos preguntarnos porqué esas diferencias y es ahí cuando sería bueno ahondar en la familia, en sus vínculos más estrechos y descubriríamos infinidad de razones, pero lo que es más interesante, es que siempre es posible avanzar y volver a empezar, ya que en general, las familias se equivocan a propósito, ya que las exigencias de la vida, llevan a los padres a centrar su futuro en el trabajo, como única razón para criar a los hijos mejor y poder darles una vida más confortable y omitiendo el prestar atención, en cambios bruscos en los niños y adolescentes, o dificultades que los inhiben o frustraciones que los pueden marcar gravemente. Ahora si todos somos solidarios y ayudamos a otros a ver lo que no ven, o nos ayudan a nosotros, todo puede ser más fácil, que vivir en una sociedad elitista, individualista y que valora todo por lo material.

Si hay algo para lo que esta cuarentena sirvió- entre otras cosas- es en marcar las diferencias familiares, hacer más notorios los vínculos desgastados, pero también sirvió para afianzar familias, que descubrieron que les gustaba estar más tiempo juntas, que realizaban actividades que nuca había hecho juntos.

En una palabra estar más tiempo juntos, nos enseñó a ser mejores familias y advertimos lo lindo que es tenerlas y los que no lo lograron, ojalá se replanteen que la familia, es el nido al que se vuelve cuando uno siente el fracaso, o el dolor, o la tristeza y no encuentra quién lo contenga. Es ahí donde debemos replantearnos el valor de una familia bien cimentada, construida en el amor, con desencuentros, dificultades, pero siempre teniendo presente que ser familia, nos da un respaldo, que nos permite desarrollarnos, sabiendo, que en las buenas y en las malas tendremos un apoyo incondicional y entonces es más fácil equivocarse, porque no estamos solos.

Finalmente la familia es a través de la cual se imparten valores, que perduran a lo largo de la vida. Si encontramos nuevamente a la familia, como institución central de una sociedad que avanza y cuida A SUS NIÑOS Y JÓVENES, nos reencontraremos con los valores, que no garantizan el no tener problemas, pero si nos garantiza, que siempre, tendremos con quién compartirlos…

La familia es la esencia de una vida bien vivida… es mi más profundo deseo, que todos logremos consolidar la nuestra.



 

Autor: Alicia Riberi

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web