CHARLOTTESVILLE, 13 (AFP-NA). - Una
polémica manifestación organizada este sábado por grupúsculos de
la extrema derecha estadounidense en Virginia se transformó en un
drama luego de que un automóvil embistiera a una multitud de
contra-manifestantes antirracistas, dejando al menos tres muertos y
varios heridos.
Este incidente aparentemente voluntario se produjo poco después
de que se prohibiera esa manifestación que estuvo salpicada de
violentos enfrentamientos, una situación que llevó al presidente
Donald Trump a condenar los hechos.
"Condenamos en los términos más firmes posibles esta exhibición
atroz de odio, fanatismo y violencia procedente de varios lados",
dijo el mandatario desde Bedminster, Nueva Jersey, donde está de
vacaciones.
"El odio y la división deben detenerse ahora", agregó. "Tenemos
que unirnos como estadounidenses con amor a nuestra nación".
Sus declaraciones se produjeron minutos después de que el
alcalde de Charlottesville (Virginia), Mike Signer, confirmara la
muerte de un manifestante. "Tengo el corazón destrozado por que se
haya perdido una vida aquí", escribió en Twitter.
El gobernador del estado de Virginia, Terry McAuliffe, declaró el estado de emergencia en Charlottesville para ayudar con medios estatales a responder a "la violencia en el mitin Alt-Right" de la localidad.
Hay tres muertos confirmados por el Gobernador de Virginia, uno por el atropello y dos más tras caer un helicóptero de la policía en tanto que hay al menos 19 personas heridas.
Las violentas refriegas se registraron entre militantes
antirracistas y grupúsculos de la extrema derecha reunidos en esta
localidad, obligando al gobernador de Virginia a declarar el
estado de emergencia y a la policía a prohibir la manifestación.
En medio de nubes de gas lacrimógeno, los enfrentamientos a
golpes entre manifestantes de la derecha radical y contra-
manifestantes se multiplicaban aún antes de comenzar la
movilización, con riñas, arrojándose proyectiles e intercambiando
golpes con palos, según una periodista de la AFP en el lugar.
El clima sumaba tensión porque los manifestantes portaban armas
a la vista, algo que está permitido por la ley en Virginia.
Más tarde, testigos relataron que un automóvil embistió a la
multitud hiriendo a varias personas. En un video publicado en las
redes sociales, se ve cómo un coche oscuro golpea violentamente a
otro vehículo por detrás y luego retrocede velozmente en medio de
los manifestantes.
Otras imágenes muestran a varios heridos en el
suelo.
Los grupos de la derecha radical, entre los que figuraba el Ku
Klux Klan y neonazis, querían denunciar y oponerse en forma
unitaria al proyecto de Charlottesville de retirar de un espacio
municipal la estatua del general confederado Robert E. Lee, quien
luchó a favor de la esclavitud durante la Guerra Civil
estadounidense.
EL MATRIMONIO
TRUMP REACCIONA
El presidente estadounidense, Donald Trump, se había
pronunciado previamente sobre estos episodios a través de Twitter,
llamando a la unidad. "Todos debemos estar unidos y condenar todo
lo que el odio representa", escribió. "No hay lugar para este tipo
de violencia en Estados Unidos. ¡Vayamos juntos como uno!"
También la primera dama, Melania Trump, condenó el sectarismo.
"Nada bueno sale de la violencia", tuiteó desde su cuenta.
Ante la situación de violencia en la ciudad, el gobernador
demócrata de Virginia, Terry McAuliffe, declaró el estado de
emergencia, una medida que le permite movilizar una mayor cantidad
de medios policiales.