CARACAS, 19 (AFP-NA). - Venezuela sufrió este sábado su segunda jornada de disturbios y saqueos, provocados por la crisis de los bolsillos vacíos, que terminó con un saldo de tres muertos. Una cadena de acontecimientos, como si fuera una tormenta social perfecta, que ha golpeado la Navidad, rebautizada por la revolución como la Chavidad, aunque en estos días ningún dirigente oficialista se anime con semejante denominación. Y para la que Nicolás Maduro tiene nuevos responsables: un "sabotaje internacional" que estaría impidiendo la llegada de los nuevos billetes al país, impresos en Europa a toda velocidad.

La enorme ola de malestar popular ha inundado de nuevo parte del estado Bolívar, fronterizo con Brasil. En uno de sus municipios, En El Callao, se produjeron tres víctimas mortales en una jornada de ira y violencia. Según la información suministrada por autoridades municipales, una mujer embarazada y un joven perdieron la vida alcanzados por disparos.

Al dueño de un local comercial, de origen chino, una turba lo linchó. La llegada de un destacamento militar de la Guardia Nacional durante la noche calmó los ánimos que han vuelto a reventar este sábado. 

La retirada de los billetes de 100 (más del 70% del efectivo), la ausencia de los billetes nuevos pese a las promesas oficiales, el racionamiento aplicado en los bancos y los fallos en la plataforma de puntos de venta (pago con tarjetas) se han confabulado contra el ciudadano, que se siente asfixiado dentro del corralito criollo forzado por el primer mandatario.