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Vino blanco o tinto

Años atrás, con mi esposa, viajamos a la ciudad de Salta, -justificamos el porqué se llama "la linda"-. A quienes no la conocen les sugerimos la visiten, que de seguro quedarán encantados.

Recorrimos varios lugares turísticos, pero el motivo principal del viaje era visitar a mi gran amigo Osvaldo Márquez, a quien conocía desde mucho tiempo, por la estadía de ambos en Humberto Primo, por razones de trabajo.

Recuerdo que un día le dije: "Osvaldo esta noche, con mi señora los invitamos a vos y tu esposa a una cena, pero que sea en un lugar muy especial, no por el lujo en sí, pero que seamos bien atendidos. Nos llevó a un comedor, con asientos tipo "sofá", cubiertos con un paño rojo, todo un emblema para el restaurante.

Nos trajo el mozo, varias cartas, con la enumeración de las comidas, que lo eran de mucha variedad, y además unas cartas de vino, con una enumeración  sorprendente, le digo a mi amigo, "Osvaldo hay una enorme cantidad de vinos", ¿qué preferís? ¿Tinto o Blanco?, me miró muy serio, tal como yo le había hablado y me respondió sonriendo ¡mucho!, o sea no le importaba el color pero sí la cantidad. Quedó la anécdota en mi memoria por lo que la relato tal como ocurrió.

Autor: Amado Raspo

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