Editorial

Venezuela violenta

Desde hace un tiempo Venezuela se ha transformado en un país sumido en la violencia, debatiéndose en medio de un caos político y social, ajetreado además por una situación económica que para los sectores más desprotegidos de la sociedad alcanza características dramáticas. Una comprobación evidente del alto grado de violencia es que en sólo los primeros cuatro meses de este año hubo 4.680 homicidios, a razón de 39 por día, según lo publicado por el diario "El Universal".

Esta cifra realmente alta equivale a una tasa de 48,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, tomando como base una población de 29 millones, que así y todo es aún más baja de la registrada en 2012 cuando la tasa calculada por las Naciones Unidas había sido de 53,7 que había ubicado a Venezuela como segundo país del mundo con mayor número de asesinatos.

Justamente, cuando de estadísticas se trata, interesante es formalizar aunque sea un somero repaso para tener una perspectiva más amplia respecto a los homicidios en el mundo. Los cinco países con mayor cantidad son Honduras con 90.4 por cada 100 mil habitantes, Venezuela con el citado 53.7, luego Belice con 44.7, cuarto El Salvador con 41.2 y quinto Guatemala con 39.9 llamando poderosamente la atención que de este quinteto de países nada menos que cuatro de ellos correspondan a Centroamérica, lo cual la ubica como la región más violenta del planeta. En el otro extremo en cambio, Mónaco y Lichstentein aparecen con tasa 0.0, luego Singapur con 0.2, seguido por Japón e Islandia con 0.3 y después Kuwait y Hong Kong con 0.4 homicidios cada 100 mil habitantes.

Dentro de todo este panorama y efectuadas ya algunas consideración, ¿cómo estamos en la Argentina? más aún dentro de esta fuerte oleada de inseguridad a la cual estamos sometidos cada vez con mayor intensidad. Pues la tasa argentina es 5.5 asesinatos, en tanto que para tener otra referencia, puede mencionarse que los Estados Unidos tienen 4.7 muertes violentas cada 100 mil habitantes.

Volviendo a la República Bolivariana, digamos que sus habitantes viven modificando en forma permanente sus rutinas, hábitos y costumbres tratando de evitar de esa manera resultar víctimas de la violencia. De tal manera han reducido fuertemente las salidas nocturnas, cada vez se habla menos por celular en lugares públicos, se ha dejado de usar ropas costosas, al igual que relojes de marca reconocida o joyas y también automóviles de alta gama, los que son reemplazados por otras de menor tamaño y valor. También en Venezuela, como sucede en nuestro país, es algo frecuente que los automovilistas nocturnos no se detengan en las luces rojas de los semáforos, ya que son lugares elegidos por los asaltantes para cometer sus atracos, que muchas veces concluyen con muertes violentas.

Esta creciente inseguridad ha sido uno de los motivos principales de las protestas callejeras contra el gobierno por la falta de respuestas, que comenzaron en febrero y que se vinieron reiterando desde entonces, con el lamentable saldo de 41 muertos, más de 700 heridos y 145 denuncias por violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas policiales.

Si bien esta información de las 4.680 muertes en sólo los primeros cuatro meses publicadas por "El Universal" tendría carácter prácticamente oficial según sus fuentes no llega a serlo, pero en cambio la última estadística proporcionada por el mismo gobierno  da cuenta que en 2012 hubo 16.072 asesinatos equivaliendo a la referida tasa de 53.7 por cada 100 mil habitantes, lo cual significó entonces un incremento del 14% respecto a 2011, valiéndole a Venezuela la segunda ubicación en el mundo detrás de Honduras.

Todos estos informes fueron rechazados por el presidente Nicolás Maduro luego que trascendieron y por la repercusión alcanzada, saliendo a dar nuevas tasas, que él mismo estableció en 39 asesinatos pero que tuvieron contundentes desmentidos desde todas las organizaciones civiles, e incluso desde la misma Naciones Unidas, que nunca llegó a tomar en cuenta los datos difundidos por el propio presidente del país. 

De ese modo, en noviembre del año pasado Venezuela anunció que no volvería a difundir datos sobre muertes violentas hasta que no exista un pacto "de respeto a la verdad" por parte de los medios críticos del gobierno. 

Autor: REDACCION

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