CARACAS, 14 (AFP-NA).- Simpatizantes del gobierno venezolano se movilizaron el sábado para conmemorar el golpe de Estado de 2002 contra el fallecido presidente Hugo Chávez, en medio de una grave crisis económica que su sucesor, Nicolás Maduro, atribuye a un nuevo "golpe".
Al grito de "¡No volverán!", la multitud se congregó en el paseo Los Próceres de Caracas, una explanada donde fueron desplegados los "milicianos", civiles que reciben adiestramiento militar y que juraron ante Maduro defender la patria "con su vida".
"Tenemos la meta de llegar a 3 millones de milicianos. Y tengo que anunciar que tenemos los fusiles, 3 millones, para defender nuestra patria en cada ciudad, en todo el territorio de la frontera con Colombia, con Brasil", dijo Maduro, tras celebrar que en la actualidad son unos 2,2 millones.
El mandatario, bajo cuya gestión el país cayó en la peor crisis económica de su historia, asegura ser víctima de un complot encabezado por Estados Unidos para tumbar su gobierno.
Venezuela sufre un fuerte desabastecimiento de insumos básicos, colapso eléctrico y una inflación proyectada de 10.000.000% para este año.
Estados Unidos, Colombia, Argentina y Brasil reconocieron junto a medio centenar más de países al jefe del parlamento, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela. Guaidó se proclamó el 23 de enero después de que el Legislativo declarara a Maduro "usurpador", por considerar "fraudulentos" los comicios en los que resultó reelecto.