CARACAS, 25 (AFP-NA). - La Fuerza Armada de Venezuela dio este jueves un espaldarazo al presidente Nicolás Maduro, al calificar de "golpe de Estado" en marcha la autoproclamación del líder parlamentario opositor, Juan Guaidó, como mandatario interino con respaldo internacional.
"Alerto al pueblo de Venezuela que se está llevando un golpe de Estado (...) contra el presidente Nicolás Maduro, presidente legítimo", aseguró el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, flanqueado por la cúpula militar, señalando a "sectores de ultraderecha" auspiciados por "agentes imperiales". Poco antes, ocho generales que comandan las regiones estratégicas del país ratificaron su "lealtad y subordinación absoluta" al mandatario socialista. "Leales siempre, traidores nunca", dijeron.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela aseguró este jueves que Nicolás Maduro es el presidente legítimo, al desconocer la autoproclamación del jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, como mandatario interino. En una sesión solemne, el mandatario socialista también recibió el apoyo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), que el miércoles ordenó a la Fiscalía investigar penalmente a los miembros del Parlamento -de mayoría opositora-, al acusarlos de usurpar las funciones de Maduro. "En Venezuela se está gestando un golpe de Estado con la anuencia de gobiernos extranjeros", aseguró el presidente del TSJ, Maikel Moreno, en el acto al que también asistió el alto mando militar.
La Fuerza Armada, que se autodefine chavista y "antiimperalista", es el principal sostén de Maduro, y aunque asegura estar unida, ha mostrado fisuras. En la más reciente, 27 militares fueron detenidos el pasado lunes tras sublevarse.
El miércoles, Guaidó llamó a las Fuerza Armada a ponerse "al lado del pueblo y de la Constitución" y les reiteró la oferta de amnistía a quienes desconozcan a Maduro. "Pero el mayor impedimento para que asuma en la práctica es el alto mando militar", dijo a AFP el analista Diego Moya-Ocampos.
"La clave siempre ha estado dentro, en la articulación de la oposición (avanzando) y el apoyo militar (incierto). Pero ahora Maduro, por error, pone a la comunidad internacional en el máximo nivel de protagonismo. Y ahí tiene mucho más que perder", opinó el politólogo Luis Vicente León.
La tensión política también se siente en las calles. Los disturbios en medio de protestas contra el gobierno de Maduro, que estallaron hace cuatro días, han dejado 26 muertos y más de 300 detenidos, según informaron este jueves grupos humanitarios. "#24ENE Hasta las 2:00pm se confirman 26 personas asesinadas en protestas", dijo en Twitter la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), crítica del gobierno de Maduro.
RESPALDOS
INTERNACIONALES
Argumentando estar facultado por la Constitución, Guaidó, de 35 años, se autojuramentó el miércoles como "presidente encargado" para, dijo, "lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres". De inmediato, fue reconocido por Estados Unidos, Canadá y una decena de países de América Latina, en tanto Maduro obtuvo el respaldo de sus aliados Rusia, China -es el principal acreedor, con una deuda de 20.000 millones de dólares- y Cuba. El presidente ruso, Vladimir Putin, lo llamó personalmente.
Estados Unidos fue más allá y pidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela para el sábado.
La UE, prudente, pidió "elecciones libres" sin reconocer a Guaidó, lo que sí hizo el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, asegurando que "¡Maduro tiene que irse ya!".
Medio centenar de países consideran "ilegítimo" el segundo mandato que inició Maduro el 10 de enero, por considerar que los comicios en que fue reelegido -boicoteados por la oposición- fueron fraudulentos.
Como respuesta al decidido apoyo de Washington a Guaidó, Maduro anunció que rompe relaciones con Estados Unidos, y dio 72 horas a sus diplomáticos para abandonar el país, pero el gobierno estadounidense no reconoce esa decisión y anunció que tomará medidas si su personal es puesto en "peligro".
En un comunicado a todas las embajadas, Guaidó, a quien Maduro considera un "títere" de Trump, les pidió "mantener su presencia diplomática".
Estados Unidos compra a Venezuela un tercio de su deprimida producción de 1,4 millones de barriles diarios -fuente del 96% de divisas-. Según Maduro, sus enemigos quieren apropiarse de las mayores reservas de oro negro del planeta que tiene la nación sudamericana.
El agravamiento de la crisis ocurre en medio de la peor debacle económica en la historia moderna del país petrolero, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.