Editorial

Venezuela, crisis sin solución

Ni las preocupaciones planteadas por el papa argentino Francisco ni la presión internacional de organismos que van desde la ONU hasta la OEA o la Unión Europea han logrado que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saque el pie del acelerador de un país que se desintegra económica, social y políticamente. El sistema institucional está colapsado bajo dominio de un presidente incapaz de dar respuesta ante una economía en llamas que deja a muchos habitantes al borde del hambre, con un alto grado de desabastecimiento de mercaderías esenciales y sin acceso a medicamentos. Más de 4 millones de venezolanos han emigrado en los últimos años para escapar de un país que no garantiza los derechos básicos. 

Esta semana, el FMI divulgó un informe en el que prevé una "implosión" de la economía venezolana donde espera una contracción del 35% del PIB contra 25% que había estimado en abril. "La profunda crisis humanitaria y la implosión económica en Venezuela siguen teniendo un impacto devastador, y se prevé que la economía se contraiga alrededor de 35% en 2019", dijo la entidad. Sumida en una crisis política y humanitaria, Venezuela sufre un debacle de su economía, que desde este año se ha agravado por las sanciones estadounidenses y apagones que paralizan el país.

En tanto, el Grupo de Lima que se reunió en Buenos Aires ratificó su respaldo al líder opositor venezolano Juan Guaidó, que les pidió a sus aliados "aumentar la presión financiera y diplomática" sobre el presidente Maduro. Al inaugurar la sesión, el canciller argentino Jorge Faurie advirtió que lo que vive Venezuela amenaza la paz y la seguridad

regional y también compromete la seguridad internacional. Durante el encuentro, se analizó también crear un organismo internacional especializado para investigar posibles hechos de corrupción y de violaciones de derechos humanos cometidos por la administración de Maduro. Así lo solicitó el enviado de la Asamblea Nacional de ese país ante el cuerpo, Julio Borges, quien responde a Juan Guaidó, reconocido como presidente interino del país caribeño por el bloque. El funcionario le pidió al resto de los miembros del grupo aumentar la presión financiera y diplomática contra quienes han saqueado la riqueza del territorio bolivariano y provocando la grave crisis que padecen sus ciudadanos. 

En el encuentro del Grupo de Lima  el canciller argentino expresó que se necesita hacer un gran esfuerzo para lograr que el restablecimiento del orden democrático en Venezuela se alcance a través de la convocatoria a elecciones. Según el jefe de la diplomacia argentina, en el país caribeño hay enorme cantidad de presos políticos, y mucha gente siendo torturada a la vez que destacó que desde la Argentina se hecho un gran esfuerzo para lograr incorporar al país a más de 130.000 venezolanos y además se abrió un registro nacional para recoger todas las denuncias que puedan hacer.

Los países integrantes del Grupo de Lima firmaron una declaración tras la XV reunión del bloque en la que consideran que la solución de la crisis en Venezuela pertenece a los venezolanos: ese principio es incompatible con la actual presencia en ese país de agentes militares, de seguridad y de inteligencia de gobiernos que apoyan al régimen dictatorial. 

En el documento los miembros del Grupo de Lima acordaron quince puntos, en los que renuevan su respaldo al Presidente Encargado de Venezuela, Juan Guaidó, ante lo que consideran el régimen ilegítimo de Maduro. También reiteraron su condena a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos perpetradas por Maduro, que incluyen ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura, represión, y negación de derechos primordiales, como la salud, la alimentación y la educación.

Asimismo, instaron a que el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, sobre Venezuela se discuta en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y organismos internacionales. Según plantearon, ese informe no deja margen para que algunos países sigan apoyando al régimen ilegitimo de Maduro. Repudiaron la candidatura presentada por Maduro, a nombre de Venezuela, para un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y requirieron que, de ser electa, dicho asiento sea ocupado por el gobierno legítimo de Venezuela.

Los miembros del grupo, además, apoyaron la decisión de Guaidó de buscar una solución venezolana a la crisis de su país a través de los esfuerzos en curso e instan a la dictadura de Maduro a no utilizar dichos procesos para dilatar la convocatoria de elecciones presidenciales con todas las garantías, a la mayor brevedad posible.

En tanto, reiteraron su preocupación por el agravamiento del éxodo migratorio venezolano, que tiene matices trágicos por la expulsión forzosa de personas, y el impacto que ha generado en nuestros países, haciendo un llamado a continuar la coordinación regional, política y técnica y el trabajo conjunto con países donantes, organismos internacionales y financieros, y solicitaron que se incremente la ayuda financiera a los países de acogida para dar una respuesta efectiva a las necesidades de los migrantes.




 

Autor: REDACCION

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