Editorial

Venezuela con mordaza

En un avance sin precedentes respecto al silenciamiento de la prensa, el presidente Nicolás Maduro acaba de disponer en Venezuela la creación de un organismo denominado Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria, el cual será el encargado de llevar adelante una censura inédita, a extremos tales como ni siquiera había sucedido cuando el apogeo del desaparecido Hugo Chávez al frente de la revolución bolivariana.

Es que durante este corto tiempo de Maduro en la presidencia, los problemas se han ido profundizando de tal manera en Venezuela, que este de evitar la divulgación de los mismos y a la vez acallar las críticas, parece ser el sistema elegido, ante el fracaso de otras instancias puestas en práctica que no han podido parar el desabastecimiento de los productos más elementales, la paridad 10 a 1 entre el dólar oficial y el paralelo, o la inflación que ronda el 50 por ciento.

Si la prensa ya venía siendo hostigada, ahora con este Centro Estratégico se le ha dado el mazazo de gracia, ya que el mismo, dentro de sus atribuciones,  "tendrá la potestad de declarar de carácter reservado, clasificado o de divulgación limitada cualquier información, hecho o circunstancia". Aún siendo conceptos tan vagos y pocos precisos, son de suficiente alcance para tener un rígido control de todo cuanto se publique, ya que esa es la manera que el gobierno implementó para "resguardar la seguridad nacional, así como prever y neutralizar potenciales amenazas de enemigos internos o externos".

La autorización que tiene este nuevo organismo es ilimitada en cuanto al control de todo lo que se publique o difunda, habiendo sido una de sus primeras intervenciones las sanciones aplicadas a una emisora por haber difundido la escasez de papel higiénico. Algo que está a la vista de todos los venezolanos, e incluso del mundo entero, pero que se busca ocultar de esta manera, algo así como tapar el sol con una mano. Una muestra, en definitiva, de cuáles son las políticas y la creatividad del presidente Maduro, famoso por el pajarito que representaba a Chávez previo a unas elecciones en las que vio un brusco descenso de votos al extremo de ganar por un margen tan estrecho que puso en dudas la legitimidad de su triunfo, y que ahora, mucho más recientemente, dice haber visto la figura de Chávez en una mancha de humedad aparecida en la pared de un metro en construcción.

Pero, más allá de estas fantasías que rozan con lo risueño, todo suele tener una explicación, siendo que estos actos de Maduro que, en general desde el exterior especialmente  se consideran fallidos, en realidad estarían muy bien preparados y por lo tanto premeditados, ya que en Venezuela una gran parte de la población es sumamente supersticiosa y además creyente de estos episodios extraños, que son quienes finalmente terminen por espaldar fuertemente a Maduro, de modo especial en las franjas más pobres, que es donde cuenta con su mayor caudal de respaldo. En pocas palabras, Maduro les da lo que les gusta, y de paso logra sacar de foco a la fuerte crisis social que azota al país.

Todo esto viene ocurriendo en Venezuela en momentos que, como hemos dicho, se van profundizando las protestas sindicales por la fuerte caída del poder adquisitivo del salario, y además, con un presidente al que le está cayendo su popularidad a ritmo vertiginoso en las encuestas, y como diciembre en que habrá elecciones municipales está a la vista, la preocupación es creciente. Es que en toda Venezuela va creciendo la idea que estos comicios más que para elegir autoridades municipales se transformarán en un verdadero plebiscito para la administración de Maduro, que hasta ahora sólo puede mostrar fracasos, con un deterioro muy marcado en las condiciones socio económicas de la población.

¿Qué dice Maduro ante esto? Pues que se trata de un complot organizado por la prensa opositora que difunde noticias contra el gobierno, aunque además incluye a otros sectores, entre los que ubica a los Estados Unidos -por lo cual expulsó del país a la jefa de la embajada y a otros dos diplomáticos, a quienes responsabilizó de operar contra Venezuela e incluso organizar una huelga metalúrgica.

La prensa en tanto, además del fuerte hostigamiento sostenido en la censura, afronta serios problemas económicos que ya han significado la desaparición de varios medios, todos ellos críticos del gobierno.

Autor: REDACCION

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